El mundo ha comenzado a despertar del largo letargo, sufrido.

Muchos países empiezan a salir del confinamiento, por el coronavirus, y así comienza a incrementarse la demanda de productos. El problema sanitario no está resuelto, pero la forma de encararlo permite una visión optimista para el futuro inmediato.

El caso de China es central. Su demanda resulta clave para el mercado de commodities agrícolas.

Se sabe que el gobierno, preocupado por sus bajos stocks, está alentando a las empresas a que incrementen el abastecimiento de granos. No es que vaya a pasar, pero como bien reza el dicho, “cuando se quema con leche, ve una vaca y llora” y, así, China sufre el temor de la posibilidad de un eventual rebote del coronavirus.

De hecho, la demanda de importación de carnes y productos agrícolas se nota que ya está en aumento.

Esto debería repercutir en los precios de los commodities agrícolas en el corto plazo.

En el mercado de la soja, el principal elemento a considerar está en la relación comercial entre EE.UU. y China.

La pandemia ha sido materia de conflictos diplomáticas entre ambos países y ello ha repercutido en el comercio.

Sin embargo, a la luz de una suave distensión en la rigidez de la relación existente entre los dos, el acuerdo comercial oportunamente firmado, seguramente sea cumplido en su totalidad. La mayor parte de los analistas en relaciones internacionales coinciden en que, al final de todo, resulte así.

Hasta ahora, la tensión entre China, el principal importador de soja a nivel global, y EE.UU. quedó patente porque el primero estuvo importando más de lo usual soja procedente de Brasil.

Hubo así volúmenes récord de soja brasileña con destino a China, en el mes de abril. Y probablemente, cuando estén los números listos, se verá algo similar durante mayo.

Pero, como dijimos, es probable que las importaciones chinas desde EE.UU. se encaminen hacia cierta normalidad, a partir de este mes. Por ejemplo, hoy lunes, 1 de junio, los futuros de soja finalizaron con subas, ante compras de la oleaginosa efectuadas por China al país de América del Norte.

En definitiva, la capacidad de oferta brasileña ha disminuido por las exportaciones realizadas. Y, así las cosas, ahora la mirada china no solo se dirige al país del norte sino también a nuestro país.

En cuanto a la producción mundial, los mercados nuevamente están atentos a lo que pasa con las condiciones climáticas en EE.UU. La preocupación respecto a los precios se mantiene en su stock de soja.

Respeto a los fondos especulativos para la soja, la posición neta de estos fondos ha resultado más bien neutral. Gira en torno a cero.

Un hecho favorable para que, al menos los precios se sostengan, está en el comportamiento del precio del petróleo.

Como sabemos desde diciembre pasado, el precio se ha mantenido en baja. Pero, a partir de abril, comenzó a rebotar, suavemente.

¿Cuál es la buena noticia? Pues bien, durante mayo, la tendencia ascendente se ha afirmado. Muy claramente.

Futuros petróleo crudo WTI


¿Se puede establecer una conclusión?

En principio podría decirse que el panorama es relativamente alentador.

Pesa mucho, el proceso de normalización que parece mostrar el mundo y el precio del petróleo.

No hay demasiado razones para el pesimismo.