Luis Secco hizo una inquietante conexión entre la visión oficial del
tratamiento de la pandemia en la Argentina y su impacto en los niveles de
marginalidad. En nuevo webinario organizado por Fundación Libertad, el
economista se concentró en lo que considera un falso dilema entre salud y
economía, que se sintetiza en la afirmación de Alberto Fernández de que prefiere
10 puntos más de pobreza que 100.000 muertos, porque de la primera se vuelve.
Con el fin de ilustrar su postura, Secco hizo un raconto de la evolución de la pobreza en las últimas décadas. “Al repasar los datos de la nueva serie histórica elaborada por la UCA (Observatorio de la Deuda Social), se observa que en la época pre Malvinas la pobreza era del 10%. Esa cifra escala los años siguientes hasta llegar al 22% en 1986, y en 1989 nos sorprende con un 30%, alcanzando un pico del 68%, que luego baja al 24% y es la cifra es se mantiene durante los mejores años del menemismo. Luego, llegada la crisis de 2001 vuelve a ascender al 40%; el mínimo que tuvo Cristina Fernández fue 26%, y ahora volvimos al 40%, pero no sabemos a dónde va a llegar ni a qué piso va a retroceder,” relató Secco. Con estos datos, “vemos que en la historia reciente, el piso de la pobreza es cada vez más alto. Argentina es un laboratorio que muestra que no es fácil salir de esa situación”.
Advirtiendo el contexto, el economista puso sobre el tapete dos estudios sobre las consecuencias de caer en la pobreza. “Si uno mira datos del INDEC, llama la atención que el 55% de los niños son pobres, pero solo el 10% de los mayores de 65 años lo es. Una conclusión rápida sería que casi no hay adultos mayores pobres, pero la realidad es que los pobres no llegan a esa edad porque se mueren antes”. Por otra parte, “hay un trabajo del Banco Mundial que compara la expectativa de vida en los barrios ricos y pobres de la Ciudad de Buenos Aires, donde se ve que la diferencia es de 9 años. Imaginemos lo que sucede en otros bolsones de marginalidad en la Argentina (…) 4 o 5 puntos de pobreza equivalen a millones de personas, y eso genera muerte”, subrayó.
PBI, déficit y rol del Estado
De acuerdo con la visión de Luis Secco, la pregunta clave en el contexto es si las políticas actuales serán una ayuda o un obstáculo para la recuperación, y llamó la atención sobre el hecho de que antes de la pandemia la economía ya estaba “llena de vulnerabilidades”.
“La idea de más Estado no es una respuesta a la pandemia sino que es el código genético de este gobierno. Por eso, algunas cosas, como las crecientes regulaciones, estatismo y gasto público, no son de carácter transitorio sino permanente (…) Esto no es trivial de cara a la pregunta crucial que tenemos por delante, que es cómo va a crecer la Argentina”, puntualizó.
Respecto al impacto de la pandemia sobre la situación económica de por sí endeble, dijo que observa una caída similar a 2001-2002, que rondará 15 puntos hacia el tercer y cuarto trimestre, lo cual, hará volver a la Argentina a los niveles de PBI per cápita de 2007. En tanto la base monetaria se expedirá 2,5 veces para apuntalar el crecimiento del gasto, que calcula en casi 5 billones de pesos.
“No veo la forma en que este desequilibrio puede corregirse si no es con una aceleración del proceso de licuación del sector público y eso equivale a es más inflación y más pobreza”.
Fuente: ON24