La competitividad de los productos procedentes de los puntos más distantes de los puertos se ven fuertemente influidos por el precio del gasoil, el cual en nuestro país está por encima de los valores que debería tener para ser competitivos con nuestros productos en el mundo.
Desde la aparición del Covid-19, el precio del petróleo cayó hasta menos de US$25 (en la variedad Brent referencia para la Argentina), y pese a la caída global del petróleo, en Argentina los combustibles no han bajado su precio. Los precios del gasoil en el mercado argentino se encuentran en torno a un 30% más caro de lo que deberían (de acuerdo a un trabajo desarrollado por Fadeeac). Además, influye la alta carga impositiva -casi la mitad del valor del litro de nafta-, y la alta dependencia fiscal que tiene nuestro país de la explotación del recurso, sin descontar el ingreso por regalías de las provincias petroleras.
Desde CARBAP entendemos que la situación anormal que se vive requiere de medidas extraordinarias, y es por eso que instamos a analizar profundamente y rever el valor del gasoil para la producción, ya que el fijar un valor de referencia, hacia adentro del país, tan elevado con respecto al internacional, claramente nos pone en una clara situación de desventaja respecto a países competidores, más aun teniendo en cuenta que la mayor cantidad de alimentos y productos que nuestro país pueda ofrecer y vender al mundo permitirá el ingreso de imprescindibles divisas que el país requiere para la etapa de reconstrucción postpandemia.