“Ante la caída de la producción europea y las medidas de aislamiento social impuestas en la UE y en todo el mundo debido a la pandemia, los mercados de subproductos vegetales ricos en proteínas corren el riesgo de entrar en una fase de mayor inestabilidad, como resultado de una menor demanda en el sector de biocombustibles y una menor producción de cultivos proteicos en la UE. En este contexto, los agricultores europeos y las organizaciones cooperativas están llamando a un conjunto de acciones rápidas que limiten mayores perturbaciones.”
Según Copa y Cogeca, el área plantada con cultivos ricos en proteínas en
Europa es alrededor de un 30% menor respecto a su nivel más alto, registrado en
la campaña 2017/2018. Y para esta campaña la producción de colza apenas
alcanzaría las17 millones de toneladas, debido a una reducción de la superficie
sembrada.
Los representantes del sector agrícola de la UE advirtieron que podría haber posibles interrupciones en el suministro de semillas oleaginosas de los principales países productores, Estados Unidos, Sudamérica e India, si la pandemia de COVID-19 se acelera en esas regiones.
Al respecto, Pedro Gallardo, presidente del grupo de trabajo de cultivos oleaginosos y proteicos de Copa-Cogeca, dijo que la mejor manera de aumentar la producción de la UE a corto plazo es que la Comisión Europea acepte el levantamiento temporal en algunas restricciones vigentes que impiden el uso de productos para la protección de plantas, como inoculantes fijadores de nitrógeno.
“Este enfoque aumentaría nuestra producción nacional de soja, arvejas, porotos y lupino en algunas regiones que no reciben apoyo.”
La organización alertó que el suministro de coproductos ricos en proteínas de
origen no GMO podría verse afectado por la menor producción de biocombustibles a
partir de materias primas de origen europeo como la colza y el girasol. Agregó
que la situación podría agravarse aún más en los próximos meses si los aceites
vegetales se acumulan debido a las medidas de contención y distanciamiento
social y el efecto indirecto sobre el consumo de biocombustibles debido a la
limitación del transporte. Una saturación de la capacidad de almacenamiento de
aceites vegetales tendría un impacto en la industria europea de crushing y, por
lo tanto, en el suministro de proteínas.
Debido al aislamiento, el consumo de combustible y el precio del crudo se han derrumbado, y la demanda de biocombustibles está siguiendo su ejemplo. Si no se toman medidas, enormes volúmenes de etanol estadounidense y brasileño inundarán el mercado interno de la UE, lo que pondrá en peligro no solo al sector europeo de etanol, sino también al sector de alimentos no GM de la UE que se suministra con subproductos vegetales ricos en proteínas, como DDGS, advirtieron desde Copa y Cogeca. Alexander Bachler, presidente del grupo de trabajo de bioenergía de Copa y Cogeca, también pidió medidas de salvaguardia eficientes contra las importaciones de etanol desde Estados Unidos y Brasil.
“Debemos rechazar las solicitudes de suspensión temporal de los aranceles al etanol. Debemos mantener las medidas antidumping y antisubvenciones que se aplican actualmente a las importaciones de biodiésel (B99) de Estados Unidos. Por último, no hay que ceder a la presión para reducir la incorporación de biocombustibles sostenible certicado producido a partir de cultivos de la UE y de inmediato poner en práctica en los Estados miembros el acto delegado para reducir los biocombustibles con un alto riesgo de ILUC“.
Fuente: Bioeconomia.info - Emiliano Huergo