A) La situación económica anterior a la pandemia.
1) En general:
Ya previamente a la cuarentena la situación económica era muy difícil,
estábamos con una muy grave recesión y bajos ingresos fiscales, casi al borde
del default, en una negociación muy ardua con el FMI.
Por otra parte debido a la necesidad de recaudación del fisco, con una presión
impositiva inimaginable.
2) En el agro.
a) La situación era aún más difícil con suba de las retenciones, imprevistas al momento de la siembra y que desbarataban todos los análisis previos de utilidad efectuados por el productor.
b) Con bajas en los precios de las commodities lo que complicaba más el rendimiento económico. Esto se vio agravado en las zonas más distantes de los puertos donde la incidencia del flete es de suma importancia, y las más marginales con rendimiento bajo, donde una suba del 10% de las retenciones directamente equivale a la ganancia que se pensaba obtener y muchas veces superior a ésta, por lo que se cosechó o se cosechará a pérdida
c) La pandemia ha causado una disminución de demanda de carne, se mantiene en China, pero el mercado europeo ha disminuido con su consecuente repercusión en la actividad.
B) La situación económica actual.
1) En general:
Es realmente preocupante, la mayoría de las actividades están o paradas o restringidas.
La cadena de pagos está muy comprometida, el rechazo de cheques es altísimo y la posibilidad de conseguir fondos para cubrirlos muy limitada o a tasas muy altas.
Aún con la imposibilidad de desalojo, la eventualidad de pago de los inquilinos es muy baja y en el caso de muchos negocios, directamente nula; por otra parte, muchos locadores necesitan el ingreso de los alquileres para su subsistencia lo que no ha sido considerado por la normativa de emergencia.
Lo que implica esta situación lo refiere el periodista Carlos Pagni “por cada semana de cuarentena cae un punto del producto se presume que hasta junio caerá un 10%” y “Estamos viendo la ruptura de una cantidad de contratos que va a generar un pro-blema similar al que vivimos en el año 2001, una avalancha de judicialización de los conflictos.”
Los contratos se violarían no sólo por parte de los particulares entre sí, sino también por el Estado con los ciudadanos y con los organismos internacionales.
Por otra parte, la ayuda estatal es mejor en los enunciados que en la
realidad, cuando se ve la “letra chica” se advierte que muchas de las ayudas
pueden ser dificultosas para el que las pide. Buena prueba es el crédito de
emergencia para el cual la AFIP y el ANSeS pueden levantar el secreto fiscal de
los integrantes de la sociedad que lo pide. Aunque es lógico que previo a
otorgar un crédito quien lo haga quiera saber si el mismo puede ser soportado
por los socios de la sociedad, la medida no deja de prender luz roja en la
colectividad, no sólo en los mal llamados “mercados” -que en definitiva son
todos los que tienen una actividad económica-, o sea los contribuyentes. Si a
ello le agregamos la posibilidad de revisar las redes sociales que pretende el
Ministerio de Seguridad, la luz roja es aún mayor.
Finalmente, no toda la ayuda proclamada para los más necesitados en los hechos
no se cumple y se rechazan por causales inexistentes como me ha tocado ver por
el asesoramiento profesional brindado a quienes lo han solicitado.
2) En el agro.
La actividad rural continúa, pero no puede independizarse de la situación general y si bien es una especie de isla, el consumo de productos del país tanto a nivel nacional como internacional ha disminuido y seguirá así ante la au-sencia por bastante tiempo de la actividad de hoteles, restaurantes y bares que adquirían carnes, productos vegetales y derivados de los granos. Hasta el bioetanol está limitado en su venta por la falta de circulación de los vehículos.
Ya hay mayor carga impositiva al menos en municipalidades, y la Justicia de Dolores falló a favor del Municipio de Castelli respecto a un impuesto al campo de dudosa constitucionalidad.
…………..Continúa en la próxima nota.
Por Javier Reigada E. - Estudio REIGADA & BORDA -ABOGADOS -