Juan Eder mira su teléfono celular con atención: "En este momento estamos
cosechando maíz húmedo para el tambo a 10 kilómetros por hora. Desde acá miro
cuánto rinde, si la máquina va trabajando bien, cuántas revoluciones lleva, con
qué humedad sale, cuántas toneladas por hora se hacen...", relata mientras
monitorea a distancia, a través de TELEMATICS, el desempeño de su cosechadora
TUCANO.
Eder es tambero y productor mixto. Tiene unas 1300 vacas en ordeñe repartidas
en tres tambos y 4500 hectáreas productivas en los partidos de Florentino
Ameghino y General Villegas, en la provincia de Buenos Aires. "La ventaja de
tener la maquinaria propia va más allá de lo económico. Se trata de un tema
logístico que, por supuesto, redunda en la eficiencia del negocio. Nos permite
hacer las labores cuando es necesario hacerlas", dice y se confieza fanático de
CLAAS.
Además de una TUCANO, Eder también tiene una picadora JAGUAR. "Gran parte de
la soja que producimos va a expeller para los animales o harina de soja. En
tanto, la mitad de la producción de maíz se destina a grano húmedo partido y
grano partido seco para los novillos, mientras que el resto se utiliza como maíz
picado para reserva forrajera", explica.
Para todas esas labores, el establecimiento posee un equipo de maquinaria
propia integrado por sembradoras, fumigadoras, camiones para transporte. Para el
picado y la cosecha, el productor viene confiando en CLAAS desde hace más de una
década. "Realmente hemos tenido muchas satisfacciones con la marca y estamos muy
contentos. Si comparo la productividad que teníamos antes con la que
desarrollamos actualmente, representa un cambio terrible", se sincera.
La relación con CLAAS comenzó en el 2009, cuando Eder se decidió a comprar
una cosechadora CLAAS MEDION 310 equipada con una plataforma de siete metros. La
entrada al mundo CLAAS significó un cambio de paradigma. Y desde ese momento, ya
nunca abandonó a la marca.
Apenas un año más tarde adquirió una picadora JAGUAR 850. "Realmente nos
cambió la vida. Lo que más valoro de la JAGUAR es su durabilidad y la amplitud
de servicios que presta", comenta Eder, que desde 2017 cuenta con una JAGUAR
940, equipada con un cabezal rotativo Orbis 600, con la que hacen por campaña
700 hectáreas de picado propio y otras 700 u 800 hectáreas prestando servicios.
"En el año también hacemos la misma proporción de hectáreas para silo de
pasturas, ya sea trigo o cebada", enumera Eder.
En 2013 sumó una cosechadora TUCANO 470 con cabezal de 35 pies, que según sus
propias palabras "amplió enormemente la productividad" del establecimiento.
"Ahora tenemos una TUCANO 570 que se estrenó en la pasada campaña de trigo.
Entre cebada, avena, trigo, soja y maíz hacemos entre 2500 y 3000 hectáreas por
año. Cuando podemos, además prestamos algún servicio de cosecha", señala.
Además de productividad y eficiencia, la TUCANO cuenta con la misma
tecnología de última generación que las grandes cosechadoras LEXION de CLAAS.
"Usamos mucho el sistema de telemetría TELEMATICS, que nos permite monitorear a
distancia toda la información de la cosechadora. Tenemos pendiente comenzar a
aprovechar la información del mapeo georeferenciado", completa.
"La experiencia con TUCANO es muy buena, sobre todo si se tiene en cuenta la
cantidad de prestaciones que ofrece en relación a su costo", opina el tambero.
Esta cosechadora, diseñada para competir en el segmento de equipos medianos,
suele ser para muchos productores y contratistas la puerta de entrada a la
tecnología de vanguardia que representa el mundo CLAAS.
Hacia allí apunta la campaña "Mi Primera CLAAS" lanzada hace pocos meses por la compañía. Con el objetivo de acercarse a un nuevo segmento de productores y contratistas de pequeña y mediana escala que pretenden pegar un salto tecnológico y de calidad en su producción, CLAAS ofrece financiamiento a 4 o 5 años en dólares para la compra de máquinas nuevas y usadas -con garantía de calidad de la compañía-.