El jueves de la semana pasada, ante la emergencia sanitaria el Instituto
Nacional de Vitivinicultura libero transitoriamente la compra de alcohol etílico
a organismos públicos habilitados por ANMAT para la fabricación de alcohol en
gel con fines benéficos y gratuitos.
De esta forma, el laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF) será el encargado
de producir el gel antibacterial. Contará además con la colaboración del Conicet,
la UNR y la UNL. Los dos insumos principales serán provistos por las empresas
del holding bioenergético. En el caso del alcohol etílico al 96° será aportado
por la firma Bioenergías Agropecuarias SA, que cuenta con una destilería de
bioetanol en Villa Ocampo, Santa Fe. Allí produce bioetanol a partir de melazas
de caña de azúcar para el corte con nafta. El otro insumo básico, la glicerina
será aportada por las refinerías de biodiesel de Rosario Bio Energy, El
Albardón, Bolzán y Diferiol. La misma será refinada a calidad farmacopea en la
planta de Glycopharma, instalada en la localidad de Nogoyá, Entre Ríos.
El último componente necesario para la producción de alcohol en gel es el carbopol, un derivado de polímeros que no es producido en el país y que es importado desde China. En diálogo con BioEconomía, Federico Pucciarello, titular de Essential Energy dijo que «Por ahora el carbopol es el único insumo que no se produce en el país. YPF está analizando su producción. Pero por ahora debemos importarlo».
El ejecutivo destacó la importancia de contar con una industria nacional. «Tenemos infraestructura, tecnología, capital humano y energía para poder producir el insumo en el país. Esta crisis nos muestra la importancia que tiene contar con una industria nacional sólida. Casi ningún país puede autobastacerse de alimentos y energía como Argentina. Incluso hoy podemos dejar de importar gasoil y reemplazarlo con biocombustible. Solo hace falta una decisión política.»
Fuente: Bioeconomia.info - Emiliano Huergo