Un consorcio europeo compuesto por 11 empresas de primera línea ha obtenido fondos para un proyecto innovador que busca demostrar la viabilidad comercial de obtener azúcares a partir de residuos domésticos y convertirlos en una amplia gama de materiales y productos.
Se trata del proyecto VAMOS (Value Added Materials from Organic Waste Sugars), que recibió casi 7 millones de euros del fondo Bio Based Industries Joint Undertaking (BBI JU) en el marco del programa de investigación e innovación Horizon 2020 de la Unión Europea.
Al reunir a expertos de seis países, el proyecto contempla la producción de
azúcares de segunda generación a partir de papel y residuos sólidos municipales
(RSU) o desechos rechazados de los procesos de clasificación y reciclaje.
El azúcar derivado de los residuos se utilizará para producir una gama de
productos de origen biológico para aplicaciones no alimentarias en los sectores
de la construcción, el textil, mobiliario y bienes de consumo, reduciendo la
dependencia de fuentes agrícolas de primera generación, como la caña de azúcar o
la remolacha azucarera.
Recurso renovable
El azúcar es una de las materias primas esenciales para las cadenas de suministro de bioprocesamiento industrial. Abordar los desafíos asociados con los azúcares de segunda generación, como una mayor dilución y menores tasas de pureza, establecería un recurso fresco, sostenible y renovable para el sector de bioprocesamiento industrial.
En el consorcio hay cinco empresas con sede en el Reino Unido, dos empresas
alemanas y una de Irlanda, Italia, Austria y Dinamarca.
El proyecto tiene como objetivo reducir los niveles de residuos que se envían a
los vertederos y los niveles de contaminación ambiental de plásticos, entre
otros objetivos.
Nick Thompson, Director Gerente del de la firma Fiberight Limited, una de las compañías miembros del consejo, dijo: “Asegurar esta importante financiación de la UE nos permite llevar nuestro prometedor trabajo a escala piloto de los últimos cinco años a la siguiente etapa y demostrar su viabilidad comercial como un proceso sostenible desde el punto de vista económico y ambiental…»
El proyecto VAMOS, que se completará en agosto de 2022, espera demostrar el potencial de nuevos mercados al convertir la fracción orgánica de los desechos normalmente destinados al vertedero en bioproductos.
Fuente: Bioeconomia.info - Emiliano Huergo