En primer lugar, la relación entre Argentina y Brasil es privilegiada. Ambos países son socios en el Mercosur (tratado que garantiza el comercio libre de aranceles ente ambos), además son relevantes destinos para sus exportaciones recíprocas (para Argentina, Brasil es el primer mercado en el mundo, y para Brasil Argentina es el cuarto).
Desde la asunción de Jair Bolsonaro, Brasil propone la reducción del arancel externo común (AEC) en el Mercosur (el arancel es el mismo para todo el Mercosur, grava las importaciones extra-zona y varía según el producto porque sus alícuotas dependen de cada uno). En tanto, el arancel externo común (que en promedio gira entre 11 y 13% según el año) es uno de los más altos del mundo (el arancel promedio en el planeta es de aproximadamente 5%).
Por caso, Brasil desea reducirlo para permitir a sus empresas acceder a tecnología, insumos y bienes de capital importados de vanguardia con menor costo. Al parecer, el nuevo gobierno de Uruguay acompaña esa postura y el gobierno de Paraguay, también. En este marco hay preguntas para dilucidar: ¿Argentina adhiere a estas propuesta de apertura?, y si los demás socios pretenden reducir el arancel externo común rápidamente: ¿qué postura tomará Argentina?
Tras la reciente visita del Canciller Felipe Solá a Brasilia, donde se reunió con su par brasileño, Ernesto Araujo, y visitó al Presidente Bolsonaro; el gobierno argentino habría manifestado que no está en desacuerdo con esto, pero que pretende que se difiera en el tiempo su implementación.
Asimismo, en algún momento el actual gobierno de Brasil insinuó, no de manera directa pero sí a través de mensajes políticos públicos, su interés de negociar acuerdos de libre comercio individualmente con terceros países (por ejemplo con Estados Unidos o China). En tanto que miembros de la nueva administración de Uruguay habían expuesto posturas similares antes de asumir. En efecto, si se acuerda la reducción del AEC (que de implementarse supone que las exportaciones argentinas a Brasil, que hoy cuentan con una reserva de mercado, se encontrarán con la competencia de productos extra-Mercosur que ingresarán con menor costo): ¿qué política de reducción se tendrá? Éste es un tema de mayor interés para los intereses del agro argentino: trigo y alimentos elaborados especialmente.
¿Qué actitud se tendría ante la intensión de Brasil o Uruguay de obtener acuerdos comerciales individualmente (fuera del Mercosur)?
El acuerdo Mercosur – Unión Europea: En 2019 el entonces Presidente Macri en su condición de presidente pro-tempore del Mercosur firmó un acuerdo de relación estratégica entre el Mercosur y la Unión Europea. El mismo prevé la consolidación de un tratado de libre comercio entre ambos bloques. Ello supone la reducción arancelaria (a implementarse en diversos plazos según el producto) tanto para ingreso de productos argentinos en la UE como de productos europeos en el Mercosur (la reducción arancelaria prevista, que seria gradual y por productos, seria rápida para ingresar en Europa con nuestros productos pero se implementaría en plazos más largos para los productos europeos en el Mercosur -ya que para algunos productos es rápido pero para otros llega hasta el máximo de15 años de espera-).
¿Qué postura tiene el nuevo gobierno de Argentina ante la firma del tratado de libre comercio previsto?, ¿Qué diferencias (si las hay) existen en relación con el pacto firmado?, ¿Cómo se pretende trabajar en ellas?
Si Brasil, Uruguay y Paraguay firmaran rápidamente el acuerdo final pendiente y previsto con la UE, y Argentina difiriera su adhesión (lo que es posible legalmente) ello supone que esos otros países pondrán en vigencia el pacto rápidamente y Argentina no: ¿hay una política prevista para ese caso?
Específicamente para las agroexportaciones el ingreso de productos en Europa depende no solo de la reducción arancelaria sino también de las eventuales confluencias regulatorias en materia de normas no arancelarias: ¿qué se prevé para las agroexportaciones en este sentido? (por un lado, para el tratamiento de reducciones arancelarias; y por el otro, para el tratamiento de adaptaciones a normas no arancelarias -muchas veces más restrictivas que las arancelarias- para agroexportaciones argentinas en la UE)
Acuerdo Mercosur – EFTA. Se firmó en 2019 también un acuerdo con el EFTA (European Free Trade Agreement, integrado por países europeos que no están en la Unión Europea). ¿Qué posición tiene el gobierno frente a ese acuerdo y qué acciones para su plena implementación se prevén? También hay vínculos entre Argentina – México: al parecer se han activado negociaciones con este país. (iniciados con la visita del entonces Presidente electo (antes de asumir) Fernández al Presidente López Obrador).
¿Hay algún pacto comercial bilateral previsto? México es un mercado de interés para el ingreso de productos de la agroproducción argentina que hoy pagan para entrar en México aranceles más altos que muchos competidores; y sería bueno que se negocie reducción de aranceles para productos argentinos en México.
Por Marcelo Elizondo, consultor
Fuente: Coninagro