Puede ser que hayan impulsado esta reforma porque están buscando el vaciamiento del Poder Judicial o porque están buscando, por ejemplo, reducir el déficit, corregir el sistema previsional y, como efecto inesperado, termina resultando beneficioso y genera una salida de jueces del Poder Judicial.
Supongamos que renuncian cien magistrados. Veremos a la hora de ocupar esas vacantes como actúa el Gobierno.
El primer paso es que alguien tiene que ocuparlos mientras se completan los concursos en el Consejo de la Magistratura tenés que colocar los jueces subrogantes.
El kirchnerismo había impulsado una forma de nombrar subrogantes que luego la Corte Suprema declaró inconstitucional porque colocaban a los que ellos querían de una manera irregular.
Hoy, según cálculos de la Asociación de Magistrados, el 25% de los cargos están vacíos. Es decir, uno de cada cuatro juzgados no tiene a alguien ocupando la silla de juez o jueza. Y esto podría generar una duplicación. Que en vez del 25% sea el 50%.
En este momento ya Alberto Fernández tiene la opción de designar cien vacantes. Esto porque durante los últimos años hubo distintos concursos en el Consejo de la Magistratura que se completaron, se desarrollaron los pliegos, se determinó quiénes podrían llegar a ser y estaban en el momento final o que Macri tenía que firmar o ser aprobados por el Senado.
El Consejo de la Magistratura eleva una terna al Poder Ejecutivo de tres nombres y luego el Presidente puede decidir uno. La manda al Senado, el Senado tiene que votar y vuelve al Poder Ejecutivo para que firmen el decreto de designación y la publicación en el boletín oficial.
En ese ida y vuelta entre Senado y Casa Rosada hay ya cien puestos. Ahora tendríamos que sumar, según a quién escuchemos, entre 200 y 300 vacantes más.
Si tenés pocos jueces, demasiados juzgados y está la catarata de expedientes que tenemos, se arma un cuello de botella.
Hay un juicio oral muy grande porque abarca múltiples investigaciones que se unificaron en un solo juicio contra el exministro de Planificación federal Julio de Vido y el exsecretario de Transporte Ricardo Jaime. Dos de los tres jueces dijeron que se jubilan.
Todo tribunal oral tiene tres jueces titulares y un suplente, que está ahí presente por si a alguno de los titulares le da hepatitis. De esa manera, no tenés que empezar el proceso y las audiencias de nuevo, que declaren todos los testigos otra vez y volver a leer todas las partes procesales. Al tener un suplente, si renuncian dos jueces titulares, tenés que empezar de nuevo.
El fuero contencioso administrativo es uno de los más importantes porque es donde se dirimen algunas de las políticas de Estado. Se toman decisiones que pueden impactar en la Argentina durante los próximos 20, 30, 40 años.
Allí se dirimen todo tipo de discusiones sobre, por ejemplo, la relación entre el Estado y algunas empresas, servicios públicos, tarifas.
Son algunos de los fueros que no solemos prestar atención, pero que, si ahora se van, es un problema.
Estas no son jubilaciones de privilegio. Son jubilaciones con regímenes especiales. Parece una disquisición menor pero no lo es. Jubilación de privilegio es cuando Rodríguez Saá, que fue presidente por seis días, ahora cobra una pensión como expresidente.
Son regímenes especiales porque tienen características especiales y además tienen una cantidad de aportes todos los meses distinta. Al mismo tiempo tiene una configuración distinta por cómo se desarrolla.
Hay muchos docentes que se jubilan a los 50 años porque las características específicas del trabajo llevan a eso.
Si trabajás en el subterráneo, tenés un régimen previsional especial por las características de tu trabajo.
El Gobierno plantea que acá estamos hablando de solidaridad. Por un lado, hemos tenido que modificar las jubilaciones generales, pero al mismo tiempo tenemos que empezar a corregir los regímenes especiales. Este es uno, el de los jueces. El otro es el del servicio exterior.
Estuvo bien el retoque que le hicieron ahora. Que el Gobierno aceptó. Que era
el que configuraba que tanto varones y mujeres, que están allí en el régimen de
la magistratura, se jubilaran a los 65.
Imaginate que vos fueras jueza, hubieras tenido que jubilarte a los 65. Y tenés
una mujer a tu lado que trabaja y que se jubila a los 60. Sería inconstitucional
porque es desigualdad ante la ley. Esos detalles de pueden llegar a complicar
toda la reforma.