El cuidado de los servicios ecosistémicos que proveen los bosques nativos y las forestaciones, así como la necesidad de adoptar pautas de manejo productivo con bajo impacto ambiental en pos de la preservación de los recursos naturales y la biodiversidad, es una demanda cada vez más presente y priorizada por los actores sociales.
Con el apoyo de un equipo de investigadores del INTA y del Conicet, la empresa forestal Arauco Argentina logró una certificación internacional de manejo responsable de bosques otorgada por el Forest Stewardship Council® (FSC, según su sigla en inglés), por la preservación de los servicios ecosistémicos de la biodiversidad en sus predios de Delta del Paraná –Buenos Aires– y en la selva paranaense –Misiones–. Es la primera firma del país en lograr un estándar de este tipo y la décima en el mundo.
En esta línea, la certificación –que tiene el respaldo de estudios del INTA y del Conicet– reconoce la contribución de la empresa a la conservación de dos de las especies de mamíferos más emblemáticas de la Argentina: el yaguareté (Panthera onca) en Misiones y el ciervo de los pantanos (Blastocerus dichotomus) en el Delta del Paraná. Ambas especies se encuentran en la Lista Roja de Especies Amenazadas de Extinción, tanto a escala mundial como nacional.
En el caso del ciervo de los pantanos, el conocimiento utilizado como base para la gestión de la certificación fue obtenido por un equipo de investigadores del INTA, del Conicet y de la Asociación para la Conservación y el Estudio de la Naturaleza, quienes integran el Proyecto Pantano y se encargaron de evaluar el rol del predio “Oasis” (de alrededor de 11.000 hectáreas) para la conservación de la especie en el Bajo Delta del Paraná.
Sus estudios poblacionales sobre este cérvido –el mayor de Sudamérica– y sobre la calidad del hábitat de la región demostraron que este predio forestal posee un rol fundamental para el mantenimiento de la especie a nivel de paisaje.
Para Natalia Fracassi, investigadora del INTA Delta del Paraná, la obtención de este certificado “es el resultado de un camino construido con trabajo interdisciplinario e interinstitucional y con objetivos comunes, que demuestra que existen diferentes estrategias para lograr la conservación de las especies amenazadas y de los humedales que las sostienen”.
En este sentido, Fracassi reconoció: “La producción forestal es un eslabón fundamental en la cadena socio-productiva del Delta, por lo que es necesario buscar alternativas para acompañar su desarrollo siempre con sustentabilidad ambiental”.
Por su parte, Javier Pereira, investigador del Conicet y director del Proyecto Pantano, destacó que “si bien el predio Oasis es conocido desde hace tiempo por su abundancia de ciervos, estudios recientes muestran que su importancia se extiende también al mantenimiento de la población a escala regional”.
En este contexto, Pereira celebró: “La certificación es una herramienta clave en los esfuerzos por conservar a este emblema del Delta del Paraná”.
Proyecto Yaguareté
En el caso del yaguareté, la certificación recurrió a los estudios realizados por un equipo de científicos del Conicet y del Centro de Investigaciones del Bosque Atlántico (CeIBA) de Iguazú –Misiones–, quienes desde hace más de 13 años llevan a cabo relevamientos con cámaras trampas en la zona.
Gracias a este conocimiento, los investigadores pudieron evaluar el rol de los predios “Campo de los Palmitos” y “San Jorge”, ambos de la empresa Arauco Argentina y ubicados en la Selva Paranaense de Misiones, para la conservación de la especie. En conjunto, identificaron que más del 90 % de la superficie de bosque nativo de los predios misioneros forma parte del paisaje de conservación del yaguareté.
Para Agustin Paviolo, investigador del Conicet y coordinador del Proyecto Yaguareté, los relevamientos indican que las áreas manejadas por Arauco son claves para la conservación de la especie. “El movimiento constante de individuos entre los predios de Arauco y las áreas protegidas vecinas como el Parque Nacional Iguazú y los Parques Provinciales Puerto Península y Urugua-í hablan claramente de la importancia de estas áreas para la conservación de la especie”, observó Paviolo.
“Estos relevamientos y asesoramientos, producto de la articulación público-privada, resultaron fundamentales para la propuesta y certificación de FSC®”, reconoció Paviolo.
Gestión sostenible certificada
De acuerdo con Ricardo Austin, gerente forestal de Arauco Argentina, “la certificación FSC de los Servicios Ecosistémicos muestra que soluciones innovadoras y creativas son necesarias para compatibilizar el desarrollo productivo nacional con la conservación de la biodiversidad y de los servicios ecosistémicos derivados”.
En esta línea, Austin remarcó la importancia de la articulación entre el sector productivo y el académico-ambiental como estrategia para el desarrollo de acciones de gestión sostenible de los territorios.
“De ahora en más, y para mantener este galardón que debe renovarse periódicamente, Arauco Argentina tomó el compromiso de continuar manejando adecuadamente el hábitat del yaguareté, controlar actividades de cacería y desarrollar un plan de educación ambiental interno y externo tendiente a brindar conocimientos y sensibilizar a la población para la conservación de este carnívoro”, detalló Austin.
De igual modo, para el ciervo de los pantanos, Diego Artero, referente de Arauco, explicó que el compromiso apunta a “mantener las condiciones de hábitat para incrementar el número de animales presente en ese establecimiento, continuar con el control de la cacería furtiva mediante el empleo de guardafaunas y profundizar las actividades de concientización, tanto entre su personal como hacia el resto de la comunidad regional”.
Por su parte, Esteban Carabelli, director de FSC Argentina, señaló que “el proceso de certificación de los servicios ecosistémicos es un instrumento mediante el cual se verifica que el manejo forestal desarrollado en un predio mantiene o mejora los servicios ecosistémicos”.
Asimismo, destacó que la certificación FSC también “verifica los impactos positivos que el manejo forestal genera en las cuencas hídricas, en los servicios de recreación, en el almacenamiento y secuestro de carbono y en la conservación de los suelos”.
En este contexto, Carabelli remarcó que la certificación recibida por la empresa Arauco Argentina promueve la conservación de la biodiversidad, e indicó:
“Busca reconocer a aquellas empresas cuyo manejo forestal permite mantener, mejorar o restaurar especies raras, amenazadas o endémicas y sus hábitats a través de zonas de conservación o protección, mejoras en la conectividad u otras medidas directas que impacten positivamente en su supervivencia y viabilidad”.