“Nos salvamos de la sequía” comentaban en los pasillos de la Casa Rosada. “Las recientes lluvias afirman una supercampaña de 49 millones de toneladas para el maíz 2019/20” según el último informe de la Bolsa de Comercio de Rosario.
El dato no es menor en momentos en que la Argentina tiene como uno de sus principales problemas la falta de dólares. Como es sabido, el campo es protagonista principal en la generación de divisas y si no se hubieran dado las últimas precipitaciones, “Argentina habría perdido entre 5 a 10 millones de toneladas de maíz”, precisa el reporte de la Bolsa.
Al precio actual de unos 150 dólares por tonelada, este volumen representa entre 750 y 1.5000 millones de dólares. Para poner en contexto la cifra, proyecciones privadas estiman que el total del superávit comercial del país para el año en curso rondaría los 16.200 millones de dólares. La generación de divisas es fundamental en momentos en que el país se encuentra renegociando su deuda externa y debe mostrar capacidad de pago.
La primera estimación nacional del cultivo de maíz arroja 2 millones de toneladas más de lo que se esperaba un mes atrás, calcula el informe. De esta forma, se espera que la producción maicera arroje la segunda mejor campaña de Argentina.
En 20 días la campaña resurgió tras una sequía de 6 meses. La Bolsa apunta que “cuatro grandes eventos de lluvias salvaron la cosecha de un fracaso productivo”. El último de los eventos, el que siguió a las lluvias de reyes, comenzó el 10 de enero y afirmó la recuperación hídrica de la región pampeana y el norte argentino. Los siguientes 5 días de tormentas dejaron entre 50 y 125 mm en la franja central. El evento sigue desarrollándose y podría sumar algunos milímetros en el noreste cordobés, pero es sobre el norte del país dónde se espera que deje mayores montos.
Este cambio de escenario productivo le permite a la Bolsa de Rosario estimar el rinde nacional del maíz en 80,1 quintales por hectárea, 5 quintales por encima del promedio de los últimos 5 años. La siembra de maíz cayó con respecto al último ciclo en un 1,5 % y se la estima en 6,9 millones de hectáreas —6,1 millones para cosecha comercial—. Con estas cifras, la primera estimación hecha sobre la condición del cultivo muestra una producción de 49 millones de toneladas. Se trataría de la segunda mejor marca productiva, quedando un 5% por debajo del récord del 2018/19.
Sin embargo, advierte la entidad, “las próximas 3 semanas son muy importantes”. Junto a las condiciones medio ambientales de los próximos meses para las siembras tardías, pueden determinar ajustes sobre las cifras de rinde y producción.
La soja también se recompuso y tiene buenas chances de completar las siembras pendientes, según la Bolsa. Faltan 500.000 hectáreas para terminar la siembra de esta oleaginosa, 3% de las 17,7 millones de hectáreas intencionadas para este ciclo.
“El regreso de las lluvias es una gran noticia para la oleaginosa”, destaca la entidad. Las precipitaciones de la primera quincena de enero han devuelto la posibilidad de completar los planes de siembra. Sin embargo, hay zonas con incertidumbres, cómo en el norte de Córdoba y el sur bonaerense.
De todas formas, el cultivo muestra signos de recomposición tras el estrés térmico y la falta de agua que se agudizó en diciembre. La condición del cultivo es buena a muy buena tras los últimos eventos de lluvias que tienden a enmarcar a la campaña en un ambiente de alta productividad. La soja tiene buenas chances de superar los 54 millones de toneladas.
Fuente: Ámbito