Esta decisión, según Reuters.com, ratificó la aprobación mayoritaria de esta acción por parte de los gobiernos de la Unión Europea en octubre de 2019.

Al respecto, a través de un comunicado, la comisionada de Salud, Stella Kyriakides, recalcó que “existen preocupaciones ambientales relacionadas con el uso de este pesticida; particularmente, en su impacto en el agua subterránea, pero también relacionadas con la salud humana en la toxicidad reproductiva”.

El insecticida, vendido por las marcas Calypso y Biscaya, no podrá ser utilizado a partir del 30 de abril de este año; momento en que expirará su aprobación actual.

Para tomar la decisión, la Comisión Europea se basó en los hallazgos de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria.

En este sentido, de acuerdo con Reuters.com, las preocupaciones que destacaron para tomar esta decisión están relacionadas con una sustancia activa tóxica para los humanos; la que estaría presente en concentraciones demasiado grandes en el agua subterránea donde se utiliza el insecticida.

Otra preocupación es que el insecticida no solo mata a insectos, sino que también daña a las abejas y abejorros. Lo anterior, según los últimos hallazgos, porque debilita el sistema inmunológico y perjudica la reproducción de las abejas.

Cabe destacar que la Unión Europea ya ha prohibido el uso de tres insecticidas neonicotinoides (excepto en invernaderos).

Fuente: Portal Fruticola