Cabe recordar que debido a la depreciación del tipo de cambio desde septiembre del 2018 a la fecha (de 40 $/US$ a 60 $/US$) las retenciones se encontraban en niveles del 25% para la soja y subproductos y del 7% para el maíz y trigo. Con el decreto pasaron al 12% para el trigo, maíz y girasol entre otros productos y al 30% para la soja.
Anticipándose a los cambios los productores incrementaron fuertemente sus
ventas disponible y forward, que están en niveles muy superiores a los promedios
históricos. En soja, ya se vendió casi un cuarto de la producción estimada
mientras que años anteriores la comercialización anticipada no superaba el 6%.
Respecto al maíz, los productores ya vendieron un 35% de la producción
prevista cuando lo normal para esta época del año no supera el 10%. El ritmo de
ventas del trigo también se aceleró fuertemente el último mes y se lleva
comercializado casi todo el saldo exportable (74% de la producción estimada en
18.5 / 19 mill.tt)
En paralelo al decreto se cerró el registro de exportaciones por dos días y
en consecuencia se frenaron las operaciones en el mercado físico. Los
compradores tradicionales estuvieron retirados y los precios que se observaron
estuvieron ligados al Mercado a Término de Buenos Aires que también registró un
muy bajo volumen.
A mediados de semana se envió al Congreso el Proyecto de ley de Solidaridad
Social y Reactivación Productiva, el cual le daría la facultad al poder
Ejecutivo de cambiar los topes de las retenciones, agregándole un 3% a las ya
vigentes (pasarían a un 33% para soja y un 15% para el maíz y el trigo). También
establece un mecanismo de compensación de los efectos de los derechos de
exportación específicos para pequeños productores y cooperativas.
Los precios locales pudieron compensar parcialmente los efectos negativos de
las retenciones gracias a las mejoras que mostró Chicago. Los precios de la soja
y el maíz experimentaron fuertes subas en el mercado internacional como
consecuencia del logro de la primera fase del acuerdo comercial con China y al
hecho de que el mercado interpretó la suba en los derechos de exportación como
una posibilidad para Estados Unidos.
En un contexto de tanta incertidumbre es difícil tomar decisiones ya que las
variables que faltan definir son muchas, no sólo por las nuevas medidas y su
impacto en la economía sino también porque desde lo productivo tanto el maíz
como la soja recién se están desarrollando y en adelante el clima es un factor
clave.
El mercado nos brinda oportunidades para cada momento y, sobre la base de
nuestros presupuestos, tenemos que aprovecharlas. Con los precios locales ya
descontando los nuevos niveles de retenciones vemos acertada la compra de
opciones Call para quienes tengan un alto porcentaje de mercadería comprometida
en cosecha.
Sugerimos analizar los precios promedio de las ventas y comprar opciones
cercanas a esos valores. Por ejemplo, si nuestro promedio para la soja es de u$s
245, se puede comprar un Call con precio de ejercicio u$s 246 pagando u$s 3,2 de
prima.
De esta manera, podemos capturar las mejoras que puedan provenir tanto de un evento climático adverso como también de cualquier movimiento externo que se traslade a nuestro mercado local, como podría ser una eventual solución definitiva de la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
Fuente: Centro de Gestión Agropecuaria