Basterra tiene 61 años, usa el pelo largo, está divorciado y tiene un hijo. Nació en Chaco, pero es formoseño por elección. Inició su militancia en el Partido Socialista Popular y desde hace más de 20 años tiene una vida política. Sus primeros pasos los hizo junto al gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, quien está frente a la provincia de forma ininterrumpida desde 1995. "Es hombre de Insfrán 100 por ciento", describen desde su entorno.
Si bien no es fácil reconstruir desde hace cuánto es vegetariano, le calculan que hace más de 15 años. No es un fanático del vegetarianismo. Si le acercan un chorizo de cerdo en campaña, "por su compromiso con la gente lo come".
"Le gusta cuidarse. No toma vino salvo que le agarre un ataque por tomarse un vasito", añade un colaborador. Pero toma mate, eso sí. "Es matero hasta donde se te ocurra, dice que hace unos mates especiales y tiene toda una liturgia sobre cómo poner la yerba", cuentan.
Basterra se recibió de ingeniero agrónomo en la Universidad Nacional del
Nordeste ( UNNE), y al tiempo fue convocado para trabajar en un centro de
validación en cultivos en la provincia de Formosa. "Una vez que llegó a Formosa,
le picó el bichito del peronismo, porque es una provincia muy vinculada a este
partido", cuenta una fuente.
Desde 1996 hasta 2009 desempeñó diversos cargos en el gobierno de Insfrán. Fue subsecretario de Empleo y de Comercio e Inversiones y hasta ministro de la Producción y Ambiente. "Ahí se convirtió en el Luis Basterra peronista, formosista y gildista", dicen. Junto a él, según describen, empezaron a aparecer cuadros más capacitados y universitarios en la dirigencia de la gobernación.
Entre 2009 y 2011 fue vicepresidente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria ( Inta). Desde ese momento se convirtió en un "intiano fervoroso y orgulloso del organismo".
Desde 2011 es diputado nacional, cargo por el que fue reelecto por tercera vez este año. Ese mismo diciembre que asumió en el Congreso fue nombrado presidente de la Comisión de Agricultura y Ganadería, donde debió negociar con algunos "agrodiputados" que habían ingresado al recinto luego del conflicto con el campo en 2008.
"Es un tipo con mucha cintura política y un hombre 100% de consenso", sostienen allegados. Inclusive, cuentan que a un hombre del kirchnerismo más duro no le gustaba para nada que el presidente de la Comisión de Agricultura en ese momento fuera halagado por dirigentes del campo.
Legisladores del actual oficialismo que compartieron recinto con él lo consideran un "hombre trabajador y técnico, con un amplio conocimiento sobre temas vinculados al agro, con un cálido trato personal y una gran capacidad de diálogo".
Sin embargo, advierten que su principal compromiso es hacia su espacio político. Aunque no vaya al choque, consideran que defenderá con firmeza el lineamiento general del próximo gobierno. "Privilegia por encima de cualquier otra cosa su alineamiento político y su compromiso por la causa, su gestión estará enmarcada en la política general que llevará adelante el Frente de Todos", afirman.
Como diputado nacional presentó proyectos para la creación del área protegida Banco Burdwood, el impulso al Programa Pampa Azul. Al venir Basterra de una zona extrapampeana, dicen que siempre le prestó mucha atención a los temas vinculados a las economías regionales.