Los congresos organizados por la Asociación Argentina de Producción Animal constituyen una oportunidad única para actualizar conocimientos, debatir estrategias y pensar a futuro. Buscando contribuir a la planificación de la empresa ganadera, los especialistas Juan Elizalde y Sebastián Riffel comentarán en varias entregas algunos trabajos científicos y técnicos presentados en el 42º Congreso, realizado en octubre de 2019. En esta oportunidad, se analiza el efecto de la “Edad de la madre al servicio y el crecimiento del ternero en la recría, terminación y el rendimiento de la res«, presentado por Sebastián López Valiente y otros.

Se sabe que la edad de la madre al servicio afecta el peso de los terneros al nacer, su crecimiento durante la lactancia y el peso al destete, debido a que las primíparas producen menos leche que las multíparas. Un estudio realizado por los mismos investigadores, comentado en Valor Carne N° 197, concluyó que el peso de los terneros se desenvolvió en función de la edad de la hembra gestante. En concreto, la de 15 meses tuvo un ternero de menor peso que la de 27 meses y que la multípara.

Seguidamente, para evaluar el efecto de la edad sobre la recría y la terminación, se realizó un ensayo en el campo experimental del INTA Cuenca del Salado. Los resultados se midieron sobre la descendencia de 19 vacas multíparas,15 vaquillonas de 27 meses y diez vaquillonas de 15 meses de edad, al momento del servicio, todas inseminadas con un solo padre.

La recría conjunta de los animales comenzó en julio, utilizando verdeos de invierno y silaje de maíz; y finalizó en octubre, momento en que ingresaron a un corral de terminación donde fueron alimentados con una dieta con 90% de grano de maíz. Se registró el peso vivo al inicio de la recría, al inicio del encierre y el peso final de terminación de la descendencia de las vaquillonas de servicio de 15 meses, de 24 meses y de vacas multíparas. Los datos se presentan en la siguiente figura.


Los resultados pesan

Los pesos de ingreso a la recría, a la terminación y el peso final fueron siempre mayores en la descendencia de vacas multíparas que en las vaquillonas. No existieron diferencias significativas entre las vaquillonas de distintas edades al momento del entore, en cuanto al peso de ingreso a la recría o a la terminación.

Los resultados obtenidos permiten concluir que hay una relación directa entre la edad de la madre y el peso final de terminación. Esto implica que cuanto mayor sea el porcentaje de vacas adultas (menor descarte por vacía o por longevidad) mayor será el peso final de sus crías. Esto es independientemente de que la reposición se realice con vaquillonas de 15 meses o 27 meses.

¿Cuánto aporta la cría al peso final? La siguiente figura muestra que el porcentaje del peso logrado en la cría sobre el peso final de terminación, es mayor en vacas multíparas (56,2%) que en las primíparas de 15 meses (50%) y de 27 meses (51,7%). En forma inversa, los kilos logrados post destete en relación al peso final, son levemente superiores en las vaquillonas (185 kg y 182kg para entore a los 15 y 27 meses, respectivamente) que en vacas multíparas (180 kg).


En la práctica

Los resultados de este ensayo indican que habría un nexo entre el porcentaje de preñez (inverso al porcentaje de reposición a cubrir con vaquillonas) y el peso final de terminación. En la práctica, esto es así si la reposición se hace con vaquillonas y no re entorando las vacas que salieron vacías.

Una opción bastante habitual en la actividad de cría es vender las terneras y dejar las vacas vacías para volver a preñarlas en el próximo servicio, con el argumento de que se destetará un ternero más pesado quizás porque provenga de una vaca multípara. Esto se ve en rodeos con bajos porcentajes de preñez. Pero por más que la vaca multípara de un ternero más pesado, destetará pocos kilos por año si queda preñada año por medio.

¿Cómo se logra el mayor peso final? Para aumentar este importante parámetro económico no sólo es necesario tener una menor proporción de reposición sino también mejorar los procesos de recría de la hembra a través de una parición temprana, un aumento en la ganancia de peso al pie de la madre y en el post destete hasta el servicio. Como conclusión, la meta sería lograr una vaquillona de reposición cuyo peso al entore sea el más alto posible dado que esto impactará sobre el peso al destete de sus crías y, por ende, en el peso de terminación de las mismas.

Por: Ing. Agr. Juan C. Elizalde, Ph.D. - Ing. Agr., M. Sci. Sebastian L. Riffel
Fuente: Valor Carne