Desde hace tres años Fertilizar AC puso en marcha la Red de Estrategias de Nutrición en campos de producción extensivos, mediante la que se busca analizar los escenarios de mejora de los rendimientos optimizando el uso de nutrientes para cada cultivo en diferentes sitios representativos del área agrícola nacional. “Actualmente estamos en la etapa de balances, por ese motivo estamos presentando los resultados logrados a través de los años y destacando la importancia de la continuidad de los procesos”, expresó Maria Fernanda González Sanjuan, gerente ejecutiva de la entidad.
Como primera conclusión de esta Red, Andrés Grasso, coordinador técnico de Fertilizar AC, explicó que el productor en la actualidad tiene incorporada la fertilización dentro del manejo agronómico del cultivo, pero que por distintas razones, presenta dificultades para decidir las dosis en base a las buenas prácticas del uso de nutrientes. Con lo cual, al no ajustar adecuadamente la nutrición, está perdiendo entre un 15 y un 20% de los rendimientos que podría generar. Sin embargo, el especialista destacó que existe espacio para aumentar la productividad cuando se intensifica la nutrición de cultivos, reduciendo estas brechas en un 50% mediante la incorporación del análisis de suelo, el ajuste en la aplicación de Nitrógeno (N) y Fósforo (P) y el agregado de Azufre (S).
Esto se presenta como consecuencia de que la dosis que está usando hoy el productor es baja en términos de dosis y cantidad de nutrientes se colocan. En general, utiliza Nitrógeno (N) y Fósforo (P) . “Sabemos que en base a los requerimientos de los cultivos y a la disponibilidad que tienen los suelos pampeanos, nos estaría indicando por lo menos la necesidad de agregar dos nutrientes más: el Azufre (S), que hace mucho que tenemos evidencia de respuestas en los cultivos, y el principal micronutriente que es el Zinc (Zn)”, sostuvo Grasso.
Como estrategia de fertilización recomendada promedio debe hacerse un análisis de suelo, herramienta que sólo el 14 % de los productores de granos argentinos utiliza en la actualidad, y ajustar la dosis de nutrientes en base a los resultados e interpretación que otorga este diagnóstico.
En cuanto a la estrategia para una nutrición balanceada de alta producción
planteada por Fertilizar, además de realizar el análisis de suelo, se incorpora
la expectativa media de rendimiento. “Esto es importante porque es donde se
dimensiona la caja de rendimiento que tenemos que llenar. Ese es un problema que
vemos a la hora de decidir la dosis por los productores en este momento”, agregó
el coordinador técnico de la Asociación.
El ensayo de trigo en EEA INTA Pergamino
Pergamino forma parte de uno de los 9 sitios de la Red de Nutrición de Fertilizar, y en el marco de la visita a estos ensayos para el cultivo de trigo, Gustavo Ferraris, investigador responsable de EEA INTA de esa localidad, dio a conocer la modalidad de trabajo y características de los suelos de la región. Los estudios se realizaron en sitios de larga duración, en un campo en el que anteriormente se cosechó soja.
El planteo para el trigo en este campo fue para una estrategia de fertilización media de los productores de 46 kg/ha de N y 9 kg/ha de P. Para una estrategia de fertilización recomendada promedio, se aplicaron 150 kg/ha de N (oferta total: suelo + fertilizante); 11 kg/ha de P y se incorporaron 3,4 kg/ha de S. En el planteo de fertilización para una nutrición de alta producción, la estrategia fue de 190 kg/ha de N (oferta total: suelo + fertilizante); 36 kg/ha de P y 18 kg/ha de S.
“Se agregó fósforo, azufre y zinc a la siembra y nitrógeno en forma dividida, parte a la siembra y una parte en macollaje”, agregó Ferraris.
“El primer paso que se recomienda realizar es incorporar el análisis de suelo, que significa en términos nutricionales incorporar el azufre a los esquemas de nutrición. Vimos esto en maíz 2016 y soja 2017, donde la mejora contra el manejo del productor, se obtuvo un 15% más de rendimiento por hectárea. Y la brecha productiva fue de 3000 kg/ha, en esas dos campañas”, comentó Grasso.
En ese sentido, Jorge Bassi, presidente de Fertilizar AC, destacó que “tanto en soja como en maíz la diferencia fue de alrededor de 1000 kg más y en trigo estamos esperando, pero vemos que en macollos y número de espigas es muy importante”.
“En cuanto a las lluvias, se registraron 793 mm en lo que va del año pero sólo 122 en el ciclo de trigo. La mayor parte de las lluvias acontecieron en enero, febrero y marzo siendo consumidas por el cultivo previo. El trigo debió generar sus rendimientos con muy escasas precipitaciones. Es importante la capacidad de almacenaje de los suelos, ya que luego se refleja en los rendimientos”, explicó Gustavo Ferraris.
Además, el especialista del INTA señaló cuáles son los momentos de fertilización para obtener índices productivos rentables como se realizó en el ensayo: “Fósforo, Azufre y Zinc al comienzo de la siembra, y Potasio en el comienzo, pero a su vez a medida que se vaya midiendo deficiencia en el cultivo debería hacerse un ajuste de dosis. El trigo permite dividir las cantidades y eso permite controlar un poco más el riesgo”.
La capacidad de almacenaje del suelo y la tecnología permite producir un cultivo que luce para un rendimiento moderado, cercano al promedio de la región. “El trigo con mejor manejo de fertilizante casi con seguridad, por su calidad va a llegar a ser un trigo panadero, el resto dependerá de la zona y del clima durante el año”, aseguró Grasso.
En coincidencia, Bassi amplió que “en estos ensayos las parcelas se repiten para que se observen los efectos residuales de la fertilización. En general solo se mide el efecto del fertilizante en un año, pero esto refleja la realidad, ya que el fertilizante influyen las subsiguientes cosechas y tiene un efecto acumulativo sobre el suelo. Son conceptos que aún nos falta despertar y que nos van a permitir entrar en el sistema de fertilización de la rotación y el sistema. Cuidar el suelo va a traer mejoras en los rendimientos, especialmente en la soja”.
Otra de las conclusiones de los ensayos en cuanto a los efectos de las estrategias de nutrición, es que las estrategias de fertilización recomendada media y la de fertilización para nutrición de alta producción generan una menor variabilidad en los rendimientos relativos alcanzados y de esta forma se “acota” la disparidad de las respuestas, es decir, los rendimientos son mayores y mas estables.
Balance de la campaña de trigo 2019/2020
Hacer trigo con bajas dosis de fertilizantes no es una buena estrategia, porque no se puede obtener buen rendimiento y calidad, afortunadamente en lo que respecta a la campaña actual de trigo esto no sucedió.
En este sentido, Bassi señaló que “el productor apostó fuerte al fertilizante en la campaña de fina, hubo aumento de superficie y aumento de dosis. Eso se va a ver reflejado en los buenos rendimientos y en el contenido de proteína que van a ser admisibles para la comercialización del trigo argentino a nivel mundial. El consumo que hubo de fertilizantes nitrogenados asegura que el cereal sea de un estándar aceptable”.
“En la zona norte de la provincia de Buenos Aires se esperan tener rindes un poco superiores a los promedios, ya que se fertilizó un 8 o 9% más que la campaña pasada”, agregó el presidente de Fertilizar.