El jueves pasado salió el informe WASDE del USDA. Se trata de las estimaciones que hace el organismo estadounidense sobre la oferta y demanda mundial.
Como se ha dicho en varias oportunidades, las expectativas sobre una producción en baja eran muy altas. Es que –recordemos- la campaña en EE.UU. ha tenido varios traspiés, sobre todo por el atraso en las siembras, en la maduración de las plantas e, incluso, en el avance de la trilla.
El retraso en las siembras de la soja, tal como lo comentamos otras veces, ha sido notorio. No hay registros de semejante demora.
En fin, finalmente el USDA reconoció el jueves pasado el deficiente desarrollo de la campaña. Recortó los stocks, redujo el área sembrada así como también los rindes, de soja en EE.UU.
La rebaja estimada en la producción de soja superó las expectativas. El volumen en este país sería ahora de algo menos de 97 millones de toneladas. Es decir poco más de 2 millones menos de lo estimado en el anterior reporte y 1 millón menos de lo aguardado por el mercado. De esta forma, los stocks finales quedan visiblemente reducidos.
Y esto no es todo. Se sospecha que este organismo seguirá mostrando bajas productivas en sus estimaciones de noviembre.
Obviamente, con estos números el mercado ha establecido precios superiores. Con vaivenes, todo indica que las mejoras (suavemente) continuarán.
Este sostén proveniente de los datos de producción en EE.UU. tiene un componente adicional dado por las importaciones de soja, por parte de China.
Los operadores chinos aguardan los resultados de nuevas negociaciones que seguramente mejorarán la relación comercial entre EE.UU. y China.
Por lo pronto, hubo un considerable incremento en lo que va de este mes en las importaciones de chinas provenientes de América del Norte.
Así el cuadro, Chicago viene mostrando precios en suba. Los precios actuales son los más elevados de los últimos tres meses.
Mientras tanto en nuestro país, las decisiones se toman en base al valor de nuestra moneda, es decir al comportamiento del dólar y las expectativas sobre éste. Se acercan las elecciones y la probabilidad de una depreciación no es descartable.
En tanto no haya un aumento en las retenciones, la soja tiene un valor atado al dólar. Es un buen resguardo de la inestabilidad propia de nuestro país… ¿no?