Entre las conclusiones más importantes se destacan:
• El Índice de Confianza Ag Barometer cayó de un valor máximo de 137 que había alcanzado en julio 2019, previo a las elecciones primarias, a 74 en el mes de septiembre. Es el menor valor desde octubre 2018 en que comenzó a publicarse el Ag Barometer Austral.
• El Índice de Condiciones Presente, que incluye las preguntas sobre la situación financiera actual y la oportunidad para hacer inversiones importantes, cae de 104 en julio a 64 en septiembre. Si bien no es el menor de la serie, muestra un claro deterioro con relación a julio.
• El Índice de Expectativas Futuras, -que incluye percepciones sobre cómo estará su explotación a un año y percepciones de la economía agropecuaria en los próximos meses y en los próximos 5 años- es el que muestra el mayor deterioro, dando por primera vez valores en el área del pesimismo (por debajo de 100). En julio el Índice fue de 158 (el mayor de la serie) y en septiembre 80, el menor de toda la serie.
• La mayor caída se da en las Expectativas para los próximos 12 meses, ya que el 48 % de los productores piensan que van a estar peor financieramente, frente a un 9 % que pensaban estar peor en el mes de julio.
• El 66 % de los productores en septiembre piensan que los próximos 12 meses van a ser malos para el sector, mientras que en julio sólo un 23 % pensaban que los próximos 12 meses serían malos para el sector.
• También cae la confianza para los próximos 5 años. Si bien un 51% de los productores piensan que el sector tendrá buenos tiempos, hay una caída respecto a julio donde un 91% de los productores manifestaban que los próximos 5 años traerían buenos tiempos al sector.
Carlos Steiger, Investigador del Centro de Agronegocios de la Universidad Austral, manifiesta que: “Lo que llama mucho la atención, es el cambio en el índice de expectativas futuras. En septiembre, por primera vez desde que relevamos estos datos, quedó en territorio negativo, cuando previo a las PASO había alcanzado su mayor valor positivo. Este índice refleja la expectativa que los pro- ductores tienen para su explotación y para el sector en los próximos 12 meses y cara a los próximos 5 años”.
Y a continuación agrega que: “En todas las mediciones previas este índice venía mostrando resultados muy positivos, donde siempre las respuestas de orden positivo superaban a las negativas, e incluso la medición del mes de julio representaba el valor más alto de la serie. En repetidas oportunidades se había mencionado en este reporte que estas respuestas eran un reflejo de la visión positiva que estructuralmente el productor tiene sobre sus propias condiciones empresariales y sobre el sector, como un reflejo de procesos de inversión e incorporación de tecnología de vanguardia, más allá de los vaivenes coyunturales”.
Otros datos sobresalientes:
• Un 74 % de los productores no tienen previsto realizar inversiones en activos fijos a pesar de los mejores resultados que obtuvieron en un buen año desde lo productivo. Asimismo, el endurecimiento del crédito podría obligar a muchos productores a autofinanciarse
• Un 30 % de los productores manifiestan que han cambiado sus planes productivos luego del resultado de las PASO. Un 72 % de los que van a cambiar sus planes, van a sembrar menos maíz, un 47 % más soja y un 30 % van a bajar el gasto aplicando menos tecnología.
• Más allá de que los productores se enfrentan a la incertidumbre electoral, mas saneados financieramente que en la campaña anterior, también es real que las herramientas financieras usualmente utilizadas (créditos en pesos con cheques, tarjetas rurales o créditos comerciales) no son accesibles por las altas tasas de interés vigente en el mercado. Por esta razón el 45 % de los encuestados utilizaran el canje como herramienta de financiamiento, además un 23 % utilizará recursos propios para financiar la siembra de la cosecha gruesa 2019/20.