Según lo informado por el USDA, EE.UU. sigue vendiendo soja a China. Ahora ha cerrado otra operación de 260 mil toneladas. En tan sólo una semana, este país le ha vendido a China algo más de 700 mil toneladas.
Septiembre pasa a ser, así, una suerte de tregua en el conflicto comercial entre ambos gigantes.
La aplicación de las tarifas impuestas, por disposición del Gobierno estadounidense, se demorarán hasta el mes que viene. Es un alto en medio de la batalla.
China, a su vez, dispuso la importación de soja por un volumen que iría de 3 a 5 millones de toneladas.
Así las cosas, la reacción de Chicago no se hizo esperar. Y los precios mejoraron.
Hace más o menos un mes, Chicago mostraba un precio, noviembre/19, de 315 dólares. Hoy éste se encuentra en 330 dólares.
Por si no fuera suficiente ello, el reporte del USDA, le dio otro empujón al precio de la soja.
Estos son datos alentadores para los valores.
Pero hay un lado de la moneda que resulta preocupante: la fiebre porcina en China. Este problema provoca la disminución de la demanda de soja y de harina de soja. Y lo que más alarma es la falta de datos sobre la dimensión de esta peste.
Además, los pronósticos climáticos, ahora, resultan favorables para la soja de EE.UU.
En cuanto al maíz… ¿qué podemos decir? Pues bien, nuevamente, comentar que el mercado no cree, del todo, en los datos del USDA.
Si las sospechas, por parte de los privados, sobre una menor producción a la estimada oficialmente se van confirmando a medida que avanza la cosecha estadounidense, los precios podrían afirmarse más.
Vale destacar que la cosecha en EE.UU. habría alcanzado ya cerca del 5% de la superficie sembrada.
Como vemos, la moneda de la soja como la del maíz tiene un lado oscuro y otro bien claro.