Los Ministerios de Agricultura, Ganadería y Pesca y de Relaciones Exteriores y Culto de la Nación junto a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), llevaron a cabo hoy una jornada para introducir a los actores nacionales en el Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Agricultura y la Alimentación (TIRFAA) y discutir la forma en la que se puede aplicar en el país.
"Los recursos genéticos son un tesoro de la humanidad y Argentina tiene una variedad muy grande de ellos y este tratado permite compartirlos con otros países. Nuestro país necesita los propios, así como también los de otros países para poder estar a la agricultura de hoy", destacó del jefe de Gabinete del Ministerios de Agricultura, Ganadería y Pesca, Santiago del Solar, tras participar de la apertura junto al oficial técnico de la Secretaría de FAO en Roma, Álvaro Toledo.
El Tratado de las Semillas, como se le conoce popularmente, tiene como objetivo la conservación y el uso sostenible de los recursos fitogenéticos para la agricultura y la alimentación. El mismo agrupa a 146 países que colaboran para salvaguardar y compartir de forma más fácil y justa semillas de cultivos tan importantes como el trigo, el maíz, el arroz, papas, etcétera. Argentina ya es beneficiaria de un proyecto de conservación financiado por el Fondo de distribución de beneficios del Tratado, a cargo del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
Asimismo, del Solar afirmó que: "la agricultura en Argentina es una de las actividades más importantes que tenemos y por eso necesitamos conservar nuestros recursos. Este tratado no solo permite la conservación sino también el intercambio entre los distintos países y el comercio de especies genéticas a nivel internacional. El desafío es eliminar el hambre en el mundo y para eso necesitamos de la genética y trabajar de manera mancomunada con otros países".
Por su parte, el representante de FAO, Alvaro Toledo destacó "esperamos que la capacidad de Argentina para liderar algunos aspectos importantes del Tratado se fortalezca y nosotros desde la Secretaría vamos a estar siempre apoyando e intentando que ese objetivo se realice".
El Tratado que se estableció en el 2001, también hace hincapié en la contribución que los agricultores han realizado al desarrollo de la riqueza mundial de los recursos fitogenéticos. Además, remarca la importancia de proteger los conocimientos tradicionales del sector, aumentar la participación en los procesos de adopción de decisiones nacionales y garantizar que compartan los beneficios procedentes del uso de estos recursos.
La mayor parte de los alimentos del mundo provienen de cuatro cultivos principales: arroz, trigo, maíz y papa. Sin embargo, otros cultivos tradicionales de cada país o región, configuran una fuente de alimentos y nutrición para cientos de millones de personas. El Tratado contribuye a maximizar la utilización y mejoramiento de todos los cultivos y promueve tanto el desarrollo como la conservación de diversos sistemas agrícolas y alimentarios.
Participaron de la jornada, los presidentes del INASE, Raimundo Lavignolle y del INTA, Juan Balbín; el subsecretario de Política Exterior del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, Pablo Beltramino; el subsecretario de Agricultura de la cartera agropecuaria nacional, Luis Urriza; el director Nacional de Producciones Sostenibles, Nicolás Lucas; Francisco Yofre, oficial a cargo de la representación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en la Argentina; Manrique Altavista, consejero de la Dirección de Asuntos Ambientales de Cancillería entre otros representantes de las provincias y el sector privado.
El encuentro continúa de martes a jueves con un taller regional orientado a la temática con más de 25 representantes de países de la Región involucrados en la aplicación del Tratado Internacional y que compartirán sus experiencias hasta la fecha.