En medio de tantas oscilaciones y cambios, hay que seguir día a día el comportamiento del dólar que es consecuencia, simplemente, de la urgencia por escapar del peso argentino.
El cuadro de desconfianza sobre el futuro incide directamente en el presente mediante pánico. Por eso, la gente y las empresas, como si fuera un búnker durante un bombardeo, se refugian en la divisa estadounidense.
Hoy el dólar cotizó de forma estable en torno a $57 en el Banco Nación. Es una buena; porque quedó en los mismos niveles que los del día anterior. En el mercado mayorista, subió apenas unos 20 centavos.
Prácticamente no hubo cambios. El Banco Central no tuvo que intervenir.
¿Podemos hablar de tranquilidad? Todo indica que, al menos para esta semana, sí.
No olvidemos que ayer, es decir al día siguiente de la aplicación de los nuevos controles, el dólar había bajado cerca de $1.
Veamos el cuadro del recorrido del dólar durante este año. Las líneas naranjas muestran la banda superior e inferior. La verde es el minorista. Y la azul la mayorista.
Otra buena noticia es que el riesgo país, hoy, tuvo una fuerte baja de casi 200 puntos. Se ubico en 2.346 puntos básicos, de acuerdo con el índice que elabora el J.P. Morgan.
Aunque el riesgo país sigue en niveles altísimos, los más altos desde el 2005, cuando se atravesó el proceso de reestructuración de deuda durante el Gobierno de N. Kirchner, la perspectiva general se muestra algo más calma.
Además hubo un rebote positivo de más del 13% de las acciones argentinas en Wall Street, luego del "martes negro".
Así, las cosas el mercado doméstico acentuó la tendencia a la normalización. Hoy hubo un volumen de negocios mayor al de las dos ruedas previas.
La soja se vende en cuenta gotas, dada la incertidumbre financiera y cambiaria. El productor busca refugio, en lugar de hacerlo en el dólar, en su producto que es la soja. A la fecha vendió un 60% de la producción de soja; cerca de 30 millones de toneladas no tienen precio.
A su vez, Chicago tuvo una jornada positiva para la soja. El clima sigue preocupando en EE.UU.
En fin… el panorama, si bien no resulta alentador, tampoco es de escepticismo.