La semana pasada hubo un nuevo golpe en el conflicto comercial entre EE.UU. y China.
China anunció nuevos aumentos en los aranceles para la importación de productos estadounidenses. Los nuevos aranceles cubren un espacio de US$ 75.000 millones.
La soja queda dentro del nuevo cuadro de impuestos a la importación.
El arancel para esta oleaginosa, desde ahora, pasa de 25% al 30%. Son 5 puntos adicionales que se aplican desde el 1 de septiembre.
También, sufrirán nuevas restricciones las entradas de aceite de soja, de maíz, de trigo y de sorgo.
Desde el próximo 15 de diciembre, el arancel aumentará de 25% a 35%. Y la
harina de soja, pasará a ser gravada con un 10%. Recordemos que este subproducto
no tenía ningún arancel.
Acá, se aprecia claramente una suerte de juego de suma cero. Porque lo que China
no compra en EE.UU. lo hace fundamentalmente en Brasil, y algo menos en nuestro
país.
Veamos el gráfico (BCR).
Porcentaje de las importaciones de China provenientes de
Brasil y de EE.UU.
Desde 1995/96
Vamos a ver cómo es el asunto para la Argentina. En julio, según la Administración General de Aduanas de China, habría importado 1,07 millones de toneladas de poroto soja procedente de nuestro país.
Se trata de casi un 270% más que en julio del año pasado.
Estas medidas, obviamente, afectan a la exportación de EE.UU. y, por ende, los precios en mercados como el de Chicago acusan el golpe.
Los enormes stocks de soja del país norteamericano dificultan la suba de precios. Pero, ¡ojo! Hay elementos que podrían favorecer la suba de precios internacionales, más adelante. ¿Por qué? La presente campaña tuvo, hasta la fecha, muchos inconvenientes climáticos en EE.UU., sobre todo en el cinturón agrícola: fuertes lluvias al inicio, y falta de agua durante el llenado de los granos. Para peor, se aguardan heladas tempranas.
Pero, hay otros factores que afectan muy directamente a la exportación, también, de nuestro país y de varios otros.
Nos referimos el problema de la epidemia de gripe porcina.
Miren la gravedad de la cuestión: durante los primeros siete meses del año, las importaciones totales de soja en China han bajado algo más del 10%.
En cuanto a los mercados locales, lo importante es observar lo que sucede con el tipo de cambio.
Las recientes medidas cambiarias impactan en las exportaciones y a su vez en el valor del dólar.
¿A qué nos referimos? Hasta la fecha, las exportadoras no tenían plazo para ingresar los dólares provenientes de sus ventas. Es decir que tenían libertad dejarlos, sin ingresar al país, sin que haya un plazo determinado. Pero, ahora hay un plazo. Y bien, corto.
El Banco Central, a partir de ahora, obliga a las empresas exportadoras de granos y subproductos (a las restante también) a ingresar, dentro de los cinco días, las exportaciones no liquidadas. Se trata de una suma de aproximadamente 10 mil millones de dólares. Tal cifra crecerá al tomar en cuenta las restantes exportaciones.
Ello asegura un mayor volumen de dólares en nuestro país.¿ Lo más probable? Es que el dólar tienda a “plancharse”.
En suma la oferta de divisas crecerá y, lo lógico, resultará aguardar una descompresión en el precio del dólar, con su consecuente impacto en los precios internos de la soja y demás productos agrícolas.