El descubrimiento es especialmente significativo teniendo en cuenta que las regiones de producción en todo el mundo son cada vez más altas en solución salina, informó Frontiers in Microbiology.
Los científicos han utilizado con éxito las bacterias que se encuentran en las raíces de las plantas tolerantes a la sal para inocular las plantas de alfalfa contra el suelo demasiado salino.
"Tomamos las raíces de estas plantas tolerantes a la sal (llamadas halófitas), las trituramos y cultivamos las bacterias en una placa de Petri en el laboratorio", señaló Brent Nielsen, profesor de microbiología y líder del estudio.
"Al hacer esto, aislamos más de 40 bacterias diferentes, algunas de los cuales pueden tolerar el contenido de sal a nivel del océano".
Luego, el equipo aplicó los aislados de bacterias a las semillas de alfalfa a través de una solución. Tras lo cual, probaron la capacidad de la alfalfa para crecer en condiciones de alta salinidad.
Vieron un crecimiento notable de la alfalfa tanto en su laboratorio como en experimentos en invernaderos, informó la publicación.
¿Descubrimiento sería clave para cultivar en suelos salinos?
Los científicos identificaron que dos aislados de bacterias específicas, Halomonas y Bacillus, impulsaron el cambio.
Los usaron para estimular el crecimiento de las plantas en presencia de cloruro de sodio al 1%; Esta cantidad de sal inhibe drásticamente el crecimiento de las plantas no inoculadas.
La posibilidad de transformar las plantas para que sean más resistentes podría cambiar el futuro de la agricultura. Esto es especialmente cierto considerando que las tierras agrícolas en China, Australia y el Medio Oriente se han vuelto cada vez más saladas; al igual que las principales tierras de cultivo en el suroeste de EE.UU.
Caitlyn McNary, una de las seis coautoras del artículo, explicó el fenómeno.
A medida que los productores usan repetidamente un área de tierra para la agricultura, la salinidad del suelo aumenta, señaló.
"El agua de riego contiene sal y cuando se evapora o es absorbida por las plantas, la sal queda atrás", detalló.
"Con lo que hemos encontrado, las tierras que ahora no pueden mantener la vida de las plantas debido a la alta salinidad podrían ser utilizadas nuevamente para los cultivos".
Además del trabajo sobre alfalfa, el equipo de investigación ha comenzado a realizar experimentos de laboratorio e invernadero en arroz.
Otros productos frescos en los que se centraron son las judías verdes y la lechuga. Y el siguiente paso es realizar pruebas de campo en cultivos inoculados.
Seis estudiantes de pregrado de BYU realizaron el trabajo de laboratorio para la investigación. Estos estudiantes incluyen a McNary y su primer autor Jennifer Kearl, Emily Colton, Steven Smith, Jason West y Michelle Hamson.
El profesor de BYU Plant and Wildlife, Zachary Aanderud, también fue coautor. Además, también lo fueron Scott Lowman y Chuansheng Mei del Centro de Investigación de Endófitos Vegetales.
"Hace tiempo que nos preguntamos si la tierra cada vez más salada era solo una batalla perdida o si había algo que pudiéramos hacer al respecto", comentó Nielsen.
"Ahora hemos demostrado que hay algo que podemos hacer al respecto".