Dejando atrás las interrupciones sufridas durante la siembra, se aprecian
condiciones más favorables en los lotes de soja y maíz, previendo que esto siga
así durante la primera quincena del mes frente a las previsiones climáticas.
Pese a la mejora, a nivel país se registran atrasos madurativos y desparejos a
raíz de los diferentes momentos en que pudo concretarse la siembra y las
circunstancias que atravesó cada región.
Los modelos climáticos pasan a ser la principal variable de mercado a seguir
a estas instancias del año. Las oscilaciones climáticas se traducen en una mayor
volatilidad en el precio de los granos. Estos cambios fueron moneda corriente
hasta hace unas semanas, mientras ya concluyendo el mes de julio el clima se
tornó más benévolo.
A su vez, la escalada de tensión entre EE.UU. y China repercutió
negativamente en los mercados. Una delegación de funcionarios estadounidenses
viajó a Shanghái el martes pasado con el propósito de limar asperezas y acercar
posiciones entre ambas naciones para lograr un acuerdo comercial. No obstante,
ese mismo día, Donald Trump recurrió a su cuenta de Twitter para emitir nuevas
advertencias a su par Xi Jinping.
Para sintetizar, destacó que China estuvo incumpliendo su promesa de volver a
comprar productos agrícolas desde EE.UU. y remarcó que si no acepta un acuerdo
antes de las elecciones presidenciales previstas para noviembre de 2020, tendrán
un arreglo mucho más duro a directamente no habrá pacto comercial.
Dos días después, el mandatario norteamericano anunció que gravará con un
arancel del 10% a otra tanda de productos chinos que hasta el momento estaban
exentos. La misma entraría en vigencia a partir del 1° de septiembre y la suma
de los bienes afectados equivale a alrededor de U$S 300.000 millones.
Las posibilidades de solucionar el conflicto se alejan día a día y esto
generó un cambio de expectativas en los administradores de fondos, que tienen
participación en Chicago. La liquidación de posiciones fue notoria y sumó
presión al segmento de commodities agrícolas, principalmente la soja, el grano
más golpeado desde que se desató el conflicto. Las cotizaciones retrocedieron un
3,7% en la última semana y regresaron a mínimos desde fines de mayo.
El maíz no salió ileso pero su atención está mayormente abocada a la
definición de cultivos estadounidenses y a la creciente oferta que aportan los
proveedores sudamericanos. Si bien aún queda bastante camino por recorrer,
dependiendo de la magnitud de la merma productiva en EE.UU. se podría dejar una
hoja de balance no tan holgada como lo fue en campañas anteriores. Para esto
será clave el reporte mensual del USDA, a publicarse el próximo lunes 12/08, que
ya contemplará la revisión de superficie sembrada tras el relevamiento llevado a
cabo durante las últimas dos semanas de julio.
Por su parte, Brasil avanza a toda marcha con la recolección de la safrinha
que ya supera las tres cuartas parte del área cultivada a lo largo y a lo ancho
del territorio agrícola brasileño. Con una campaña agronómica más que próspera,
el país vecino se encamina a obtener un volumen histórico, con alrededor de 102
mill.tn. si incluimos la producción temprana.
Así se registra un crecimiento vertiginoso de las exportaciones brasileñas
que salen a competir con la cosecha local. Los barcos despachados durante julio
sumaron unas 6,32 mill.tn. y marcan un máximo en el término de un mes. Para
dimensionarlo, implica un salto mensual del 362% y, en comparación a igual mes
de 2018, figuró una mejora del 376%.
Sin lugar a dudas la safrinha se disputa con la producción tardía y está
vinculada a la desaceleración en el programa de embarques en Argentina. Mientras
que hasta hace apenas unas semanas, el line-up superaba las 3 mill.tn. hoy en
día las cargas estipuladas alcanzan a la mitad.
Una seguidilla de días soleados y frescos ayudó a disminuir los niveles de
humedad en grano y habilitó el ingreso de las máquinas cosechadoras y, con ello,
el arribo de camiones hacia las terminales portuarias. Los negocios con descarga
pasaron a negociarse con importantes descuentos con un mercado que se retrajo a
niveles de 133 U$S/tn.
Las bajas fueron más moderadas para entregas diferidas, el pase a diciembre
se amplió a 16,5 U$S/tn y representa una tasa anualizada del 33% en dólares. Si
se escoge el almacenaje postergando la entrega para fin de año con cobro
inmediato, una alternativa es descontar un cheque a cinco meses por el
equivalente a la operación mencionada.
Por Eugenio Irazuegui; Analista de mercados – Responsable de Research de
ZENI
Fuente: Centro de Gestión Agropecuaria