En el contexto de la Exposición Rural, la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores y otros equipamientos agrícolas, evaluó el presente y futuro del sector.
A continuación, lo más destacado de las conclusiones de parte de la Asociación:
- Argentina se encuentra ante una oportunidad enorme. El potencial de desarrollo del país como productor de alimentos para el mundo es real y perfectamente realizable. Con acceso al mismo nivel de tecnología que los países líderes, con empresas que poseen el know how y con productores que muestran una enorme capacidad de innovación.
- Desde AFAT, sus miembros trabajan dentro de este contexto para multiplicar el desarrollo económico y social del país. Compañías que miran al largo plazo, invierten sostenidamente y trabajan por la competitividad y la productividad del sector; realizan grandes esfuerzos para mantener los más altos estándares de calidad, basados en la innovación y la gestión del conocimiento.
- La Mesa de Maquinaria Agrícola resulta un escenario adecuado para el diálogo y para ocuparse, como sector, de los diferentes aspectos que lo afectan y al país como líder en agroindustria a nivel mundial. AFAT considera que es un foro que debe mantenerse en el tiempo como espacio de diálogo y comunicación entre los sectores público y privado.
A la vez, destaca diversos temas que deben continuar formando parte de la agenda de los próximos años para potenciar a la industria, al campo y, por ende, al país.
Impuestos: resulta fundamental desarrollar un sistema impositivo que no grave a la producción llevándola al extremo de desalentarla; disminuir la presión tributaria y eliminar aquellos impuestos o herramientas distorsivas como son, entre otros, los ingresos brutos; los saldos de IVA al 10,5%; los impuestos al cheque o a los sellos; las tasas estadísticas en los insumos importados; las retenciones a las exportaciones. También es esencial una simplificación del sistema impositivo que elimine el solapamiento de impuestos y las medidas provinciales que, de alguna manera, constituyen aduanas internas. A su vez, facilitar la operatoria mediante una cuenta corriente tributaria colaborará en reducir costos financieros y administrativos, con el consecuente impacto en la competitividad y la transparencia.
Reintegros a las exportaciones: los reintegros a las exportaciones son factores claves en la competitividad, siendo que permiten evitar la exportación de impuestos y adecuar los precios a la competencia internacional.
Financiamiento: es necesario tener un sistema de financiamiento adecuado a las necesidades de productores y prestadores de servicio, que permitan su crecimiento y desarrollo. Este financiamiento, tanto público como privado, debería ofrecer líneas de crédito previsibles, de largo plazo, a tasas competitivas, con trámites y requisitos simples y ágiles. Su fondeo debería contemplar la magnitud del mercado al que apunta.
Calidad: Argentina necesita estandarizar niveles y procesos que aseguren la calidad de su producción, tanto para la industria local, como para exportar sus productos. Los organismos técnicos tales como INTI, INTA, CONICET y las Universidades deben ser apoyados para que logren asumir un rol protagónico en la búsqueda de la calidad e innovación necesarios para competir en un mundo más complejo y demandante.
Además, al contar con una importante red de proveedores y agropartistas, se debe incentivar la adopción de estándares internacionales de calidad en toda la cadena de valor. El mundo demanda lo que se produce. El objetivo debe ser alcanzar la integración productiva y lograr la sinergia con otros mercados en búsqueda de una red integrada y con altos estándares de calidad.
Conectividad e infraestructura: el país necesita contar con acceso continuo a la red digital en toda su superficie para optimizar el uso de las nuevas tecnologías en máquinas agrícolas. Resulta de vital importancia para poder incorporar las innovaciones y beneficiarse del uso de datos en tiempo real, de la automatización de procesos y de la telemetría. La tecnología disponible en la maquinaria agrícola colabora con el potencial productivo del campo, aprovechando mejor la superficie, reduciendo costos y cuidando el medio ambiente. El crecimiento de las redes de infraestructura es central. La mejora de los caminos rurales también es una materia que necesita continuidad.
Agricultura de precisión: el desarrollo de este tipo de agricultura, cuyo éxito depende del manejo eficiente de datos y del procesamiento de información, también es central en esta búsqueda de crecimiento. La promulgación de la Ley del Conocimiento ha sido un gran paso en este sentido. Su impulso y el fomento del mayor uso de las nuevas tecnologías deberían ser el segundo gran paso. Los avances en materia de Agricultura de Precisión requieren del complemento de una mayor conectividad.
Empleo y formación: la producción de maquinaria agrícola y su operación precisan de la constante capacitación y actualización de quienes se desempeñan en el sector. Desde las asociaciones profesionales, entidades gubernamentales, universidades y escuelas, debemos dar un salto hacia adelante, poniendo el foco en la gestión del conocimiento, ajustando rápidamente los contenidos a la par de la evolución de la disciplina y de la demanda de trabajadores.
Economías Regionales: se debe sostener su desarrollo y colaborar entre todos los sectores para reducir la brecha tecnológica que permitirá mayor productividad y competitividad.
AFAT representa a un sector que mira hacia delante, acompañando con esfuerzo y compromiso el desarrollo del país. Con políticas públicas que acompañen dicho esfuerzo, harán que esta gran oportunidad se convierta en realidad.