Dinamismo externo
La ganadería argentina está experimentando cambios en los últimos años, a partir del libre juego de la oferta y la demanda, del consumo interno y de la exportación: se revalorizan las vacas y empieza a resurgir la recría a campo, apuntando a novillos más pesados, entre otras novedades.
En ese contexto, la exportación ya representa el 27 por ciento de la demanda
de carne vacuna y va ocupando el centro de la escena ganadera. Al aumento de
volumen y de precio de los embarques hacia China se agregan las incipientes
ventas a los Estados Unidos de rump and loin, Angus Certificado, carne orgánica
y de carne kosher.
A mediano plazo también influye el acuerdo Unión Europea-Mercosur que, si bien
llevará no menos de dos años hasta volverse operativo, permitirá llevar a cero
los aranceles de la cuota Hilton, que significará un impacto de 70 millones de
dólares por año de mejora. No obstante, según considera Ignacio Iriarte,
director de Informe Ganadero, el dinamismo del sector exportador no alcanza para
arrastrar el 73 por ciento restante del consumo interno, cuya demanda sigue
floja.
Consumo en caída
"Actualmente tiene buen precio la vaca gorda que se destina al consumo y a la
exportación, la conserva y manufactura que va a China y el novillo pesado. Pero
hace meses que la hacienda liviana de consumo no aumenta de precio", diferencia
el consultor. Sucede que la oferta de los feedlots se ha recuperado y la faena
alcanza y sobra para un mercado doméstico muy planchado. El consumo interno
siguió en 50 kilos por habitante y por año en mayo y absorbió 191.000 toneladas
(13 por ciento menos que en igual fecha del año anterior). En tanto las
exportaciones de carne vacuna alcanzaron las 69.000 toneladas, con un incremento
del 73 por ciento respecto de un año atrás.
El 77 por ciento de los embarques se orientaron hacia China, con un valor FOB de 4358 dólares por tonelada, lo que significó el 13,5 por ciento de la faena nacional. El aumento de las exportaciones al gigante asiático provocó un retroceso de los envíos hacia Rusia, Israel, la Unión Europea no Hilton y hacia Chile. La producción de carne de 2019 alcanzaría los 2,95 millones de toneladas, según cálculos de Iriarte.
Corrales adentro
Mientras van ocurriendo estos procesos, los criadores se ven beneficiados por el aumento del precio de las vacas de refugo, pero no de los terneros. "El rodeo nacional de vacas está en disminución, aunque no se esperan reducciones en la disponibilidad de terneros porque los tactos anticipan muy buenos porcentajes de preñez", adelanta Iriarte.
La provincia de Buenos Aires se mantiene primera en la relación ternero/vaca, con el 74,9 por ciento, según datos del Senasa, versus el 67,3% de Córdoba, el 59,6% de Santa Fe, el 56,3% de La Pampa y el 46,3% de Corrientes.
Según un trabajo del Colegio de Veterinarios de Buenos Aires, la provincia tiene el 35,5 por ciento del stock ganadero nacional. Con 35 por ciento de las vacas del país produce el 42,5 por ciento de los terneros por una productividad mayor a la media nacional. En la cuenca del Salado y en la depresión de Laprida se encuentra el 49 por ciento de las vacas de la provincia. En Buenos Aires, los establecimientos con 250 a 500 cabezas son el 17 por ciento, con 500 a 1000, el 23 por ciento y con 1000 a 5000 cabezas, el 37,9 por ciento.