La Secretaría de Gobierno de Agroindustria, en tarea conjunta con el Ministerio de Agroindustria bonaerense, a través de la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario y la Unidad de Coordinación de Alimentos de Buenos Aires (UCAL), corroboró que una planta instalada en el parque industrial de Suipacha violó por segunda vez todas las medidas cautelares que pesaban sobre ella, a raíz de faltas gravísimas al Código Alimentario Argentino y operar en la marginalidad total en términos comerciales.
Se constató que la firma cortó los precintos colocados y dispuso de toda la mercadería retenida por ambos organismos. En tal sentido resulta importante alertar a la población sobre la peligrosidad de consumir harinas marca Rosedal 000 y 0000 ya que las mismas fueron producidas en condiciones sanitarias deplorables.
Se están iniciando las denuncias penales correspondientes por parte de ambas carteras de Agroindustria, nacional y bonaerense, por los delitos de depositario infiel y violación de los precintos. El expediente será remitido a la AFIP para que las acciones penales previstas tengan su correlato en lo tributario.
Por otra parte, se le suspendió la matrícula a un molino de General Rodríguez, provincia de Buenos Aires, por no haber podido justificar la cesión de los rótulos de las harinas que produce a otra firma de la localidad de Ranchos y por inconsistencias entre molienda y consumo eléctrico registrado en los últimos 16 meses.
A su vez, en la localidad santafesina de Armstrong, se clausuró un molino de harina de maíz al que se halló operando a pesar de tener dada de baja la matrícula de RUCA, tampoco poseía documentación respaldatoria de los movimientos del grano ni de las más de 4.000 bolsas de 25 kg de harina stockeadas en la planta. El hecho motivó la interdicción del total de las bolsas y el precitado de la rejilla de descarga del grano y el banco donde se inicia el proceso de molienda.