Soja castigada
"La mayoría de los productores del norte bonaerense está vendiendo el maíz para financiarse, porque la soja tiene un castigo en el precio respecto del valor de paridad. Hay mucha oferta y algunos exportadores solo dan cupo si la mercadería se entrega con precio firme", afirma el consultor Julio Lieutier.
En el maíz se da la situación contraria, ya que tiene un ligero sobreprecio, por lo que se liquida esperando la recuperación del mercado de soja.
"Muchos fondos obtenidos con la venta de los granos van a cancelar
compromisos pactados con tarjetas agropecuarias, que vencen el 30 de junio, pero
ya empiezan a cobrar interés por los saldos impagos. "Ante la perspectiva de un
dólar planchado por haberse fijado un techo de la banda de flotación, muchos
deciden vender ahora y pagar los saldos bancarios para escapar a las altas tasas
de interés", observa Lieutier.
Opciones y pases
A quienes puedan aguantar la cosecha, el analista Sebastián Olivero les recuerda que la posición noviembre de 2019 de la soja ofrece un valor 8% superior al actual en dólares, por esperar 7 meses. No obstante, en el análisis hay que considerar el techo de la banda cambiaria.
Esa venta se puede combinar con un call para la misma fecha, para cubrirse de algún aumento de precios por el eventual fin de la guerra comercial. Este call tiene un precio de ejercicio de US$256 por tonelada, con una prima de US$4,5.
El maíz no tiene pase positivo con el avance del almanaque por el impacto de
la cosecha de lotes tardíos. Por esa razón, no tiene sentido demorar las ventas
según Olivero. La recomendación sería vender a los precios actuales, hacerse de
efectivo y comprar directamente un call en Chicago para capturar alguna eventual
suba de precios durante el mercado climático.
Por: Carlos Marin Moreno