Desde el lunes pasado, el Tesoro comenzó a subastar en el mercado mayorista de cambios, mediante la acción del Banco Central, hasta la suma de 60 millones de dólares diarios.
En rigor se trata de subastar hasta fin de año una suma próxima a 10 mil millones de dólares aportados por el FMI.
Cerca de 240 millones de dólares sería la suma vendida desde el lunes al día de hoy. No es poca cosa… ¿no?
Por si ello no fuera suficiente, el Banco Central ha ratificado que si el dólar operase por arriba de la zona de no intervención dispondrá la venta -vía subastas- hasta 150 millones de dólares diarios, que se agregan a la mencionada suma de 60 millones que vende el Tesoro.
Como sabemos, el propósito oficial es reducir al máximo posible la volatilidad del valor del dólar, al menos hasta una vez realizadas las elecciones.
Además, han comenzado a liquidarse los granos de la cosecha 2018/19. Fundamentalmente, se trata de la cosecha de soja. Desde el día 5 de abril pasado, se nota un gradual pero bien visible aumento en las operaciones.
La estimación oficial respecto a la cosecha gruesa 2018/19 muestra un récord productivo para el maíz y una recuperación de 18,12 M de ton para la soja. Se habla de una producción de ¡ 145 millones de toneladas!
Otro aspecto a tomar en cuenta es la posición del Banco Central. La promesa del Presidente de esta entidad ha sido clara. Guido Sandleris se ha comprometido en mantener la emisión cero y las tasas altas vigentes en el mercado financiero.
Así el cuadro, los inversores y los bancos están bajando posiciones y coberturas para colocar su liquidez en otros activos con mayor rendimiento en pesos.
A su vez, se aguarda que entre este mes y octubre, la balanza comercial sea visiblemente positiva.
Finalmente, lógico es aguardar que, así como pasó con la cosecha fina, la venta de los granos gruesos (soja, fundamentalmente) camine por un sendero acelerado. La razón, viene de la falta de liquidez en el sector por la decepcionante cosecha anterior y las altísimas tasas de interés. Además se debe afrontar las inversiones de la nueva campaña. La de trigo está cerca de comenzar.
Se estima que algo así como 25 millones de toneladas se venderán hacia fines de junio.
Si así son las cosas, no deberíamos esperar una mejora de precios a nivel local. En primer lugar, por el comportamiento del dólar y, en segundo, por la oferta enorme. Al menos hasta junio.
Es más, es probable que los precios se mantengan en niveles similares a los actuales. Pero con el agravante de la inflación, que le quita poder adquisitivo.
Obviamente, tal suposición se basa en la ausencia de elementos de suba en el mercado internacional. Es cierto que hemos tomado en cuenta la posibilidad de mejoras por los factores climáticos que afectan la zona agrícola de EE.UU. Pero ello, por ahora, no incide en los precios.
Como vemos una cosa será en los próximos dos meses. Y otra, seguramente, distinta en el resto del año.