La Argentina es un semillero de empresas de base tecnológica que exportan productos, servicios y crean soluciones sostenibles. En el inicio de este año, Zoomagri envió por primera vez hardware a Europa y abrió sus oficinas en Madrid; Agree Market, la plataforma argentina de comercialización de commodities, registra operaciones tanto en la Argentina como en Paraguay, Agrofy lleva recaudados US$10 millones desde sus inicios en 2015, recibió capitales brasileños y ya cuenta con un equipo de trabajo en ese país.
El sector agroindustrial saltó la tranquera y superó las expectativas de ser el supermercado del mundo. Hoy se crean empresas bajo un nuevo paradigma económico: las empresas de Servicios Basados en el Conocimiento (SBC), muchas de ellas vinculadas con la agroindustria dentro de los segmentos agtech, foodtech, biotech, etc.
Las empresas agtech, como también otras de SBC, nacieron y crecieron en las
redes de un ecosistema emprendedor que promovió leyes como la Ley de Promoción
de Software que otorga beneficios impositivos a empresas de software.
En vistas de que esta ley ha sido provechosa para los emprendedores y que dejará de estar vigente el 31 de diciembre de este año, es una necesidad seguir generando el contexto para que las empresas de SBC se queden en el país y diversifiquen la matriz productiva de la Argentina.
En este sentido, el presidente Mauricio Macri envió al Congreso el proyecto de Ley de Economía del Conocimiento que ya comenzó su recorrido por las comisiones para lograr su aprobación en los próximos meses. Este proyecto podría ser de alto impacto para el ecosistema agtech porque propone ampliar los beneficios de la ley de Software con requisitos simplificados y consideraciones especiales para incentivar el crecimiento de micropymes.
Una de las novedades del proyecto es que los beneficios que eran exclusivos
de las empresas de software se expanden a: servicios profesionales de
exportación, publicidad, investigación de mercado y encuestas de opinión
pública, servicios de producción y post producción audiovisual, nanotecnología,
biotecnología, actividades de investigación, desarrollo experimental, la
industria aeroespacial y satelital, tecnologías como la inteligencia artificial,
robótica, Internet de las cosas, sensores, manufactura aditiva, realidad
aumentada, virtual y simulación. La ampliación del espectro de actividades que
recibirán los beneficios significa que más empresas puedan crecer y
desarrollarse localmente.
Las nuevas tecnologías tienen cada vez más llegada a los productores Las
nuevas tecnologías tienen cada vez más llegada a los productores Fuente: AFP
La creación de empresas de la nueva economía impactan transversalmente en todas
las industrias y sobre todo en los economías regionales para mejorar su
competitividad.
¿Qué beneficios otorgaría a las agtech el proyecto de Economía del Conocimiento?
Estabilidad fiscal: los beneficiarios verán incrementada su carga tributaria
total nacional desde su adhesión al régimen. Esto incluye tasas y aranceles de
importación y exportación. Asimismo, este beneficio podrá extenderse a impuestos
provinciales dependiendo de la adhesión de cada provincia.
Reducción de contribuciones patronales por empleado: se detraería un monto
equivalente en dos veces el mínimo no imponible previsto en la reforma
tributaria. Se incorpora la posibilidad transferir el bono de crédito fiscal por
única vez.
Reducción de la tasa del Impuesto a las Ganancias a un 15%: Esto, a diferencia
del régimen actual, se aplicaría sobre el total de actividades tanto promovidas
como no promovidas.
Retenciones y percepciones: Los beneficiarios del presente régimen no serán
sujetos pasibles de retenciones ni percepciones del Impuesto al Valor Agregado.
Está claro que la economía del conocimiento ya no es el futuro sino el presente.
Los países en este contexto como siempre van a tener que hacer los mayores
esfuerzos para retener estos talentos y entender que en esta economía sin
fronteras si no generamos condiciones que nos permitan ser competitivos
globalmente corremos el riesgo de que estas empresas sean atraídas por otras
economías. La buena noticia es que la Argentina tiene tanto el talento como los
recursos naturales para que el Estado genere las condiciones para competir
globalmente. En definitiva, será cuestión de no perder de vista los avances de
este proyecto que puede potenciar aún más el trabajo de las AgTech.