La decisión de Brasil de otorgarle un cupo de 750.000 toneladas de trigo a Estados Unidos sin aranceles no cayó bien en el gobierno argentino, que buscará una solución dentro del Mercosur.
En 2017, los industriales molineros de Brasil querían que se abriera una
cuota de 750.000 toneladas extra Mercosur. En su momento, el gobierno argentino
lo evitó tras una negociación diplomática con el exMinistro de Agricultura
brasileño Blairo Maggi. Marisa Bircher, exsecretaria de Mercados
Agroindustriales y actual Secretaria de Comercio Exterior, viajó en esa
oportunidad por instrucción del exministro de Agroindustria Ricardo Buryaile
para negociar una salida.
Ayer, luego de trascendidos que circularon en los últimos días en la prensa
brasileña, el presidente Jair Bolsonaro le ofreció a su par de los Estados
Unidos ese tonelaje como cupo anual sin aranceles. Vale recordar que el trigo
extra Mercosur debe pagar un arancel del 10 por ciento, lo que le brinda una
protección a la Argentina, principal abastecedor de Brasil en trigo.
En enero pasado, Bolsonaro y Macri en su primer encuentro hablaron entre
otros temas de adecuar aranceles, sobre todo en servicios, pero no hubo
definiciones para el trigo.
"Cada vez que Brasil insinuó la posibilidad de comprar trigo fuera del Mercosur, la Argentina se opuso", señaló Luis Miguel Etchevehere, secretario de Gobierno de Agroindustria de la Nación.
Según señaló el funcionario, "frente al hecho consumado vamos a evaluar las herramientas previstas que posee el Mercosur para analizar el camino que debemos seguir".
En este contexto, de acuerdo a las palabras de Etchevehere la Argentina
apuntará a una solución por la cuota para EE.UU. en el marco del Mercosur.
Recientemente, Brasil frenó el ingreso de peras y manzanas argentinas tras haber detectado presencia de la plaga Carpocapsa, que afecta la calidad de la fruta. Tras una negociación de Agroindustria y el Senasa con las autoridades sanitarias brasileñas, el vecino país levantó la medida en una semana.
Lo llamativo de la decisión de Brasil de otorgarle una cuota de trigo a
EE.UU. es que no está vinculada con ningún problema de abastecimiento por parte
de la Argentina, como ocurrió en otras oportunidades cuando en el gobierno
anterior se limitaban las exportaciones. En rigor, parece una cuestión política.
A cambio del trigo, Estados Unidos enviará una misión sanitaria a Brasil que
hará inspecciones con el fin de que Brasil pueda retomar sus exportaciones de
carne, suspendidas desde 2017 tras el caso de carne adulterada en el vecino
país.
El año pasado, Brasil aumentó un 16,9% sus importaciones de trigo a 7,04 millones de toneladas. La Argentina colocó unas 5,94 millones de toneladas y cubrió el 84,4% de las compras brasileñas. El segundo y el tercer lugar fueron ocupados por Paraguay y EE.UU., cuyos envíos totalizaron 339.844 toneladas (4,8%) y 273.631 toneladas (3,9%), respectivamente.
Según un informe de Zeni, las exportaciones de trigo de EE.UU. hacia Brasil bajaron "notablemente en los últimos tiempos". Del pico de ventas por 3,48 millones de toneladas en 2013, cuando la Argentina estaba limitada para exportar, el volumen pasó a 1,23 millones en 2016 y a 340.088 toneladas en 2017. En tanto, fueron 273.631 toneladas en 2018.