Pensemos en igualdad, construyamos con inteligencia, innovemos para el cambio”, es el lema de la la cuarta versión de la campaña Mujeres Rurales, Mujeres con Derechos, que lanza hoy la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura en América Latina y el Caribe (FAOALC) con sus aliados.

 

La desigualdad de género y la discriminación contra las mujeres es una de las causas estructurales de la pobreza rural y uno de los mayores desafíos para los países de América Latina y el Caribe. Entre el 2014 y el 2016, la pobreza en las zonas rurales aumentó de 46,7% a 48,6%, mientras que la pobreza extrema rural lo hizo de 20% a 22,5%, según estudios de FAO. Las cifras actualizadas hasta 2017 estiman que ello significa que 59 millones de personas viven en la pobreza, mientras que 27 millones lo hacen bajo pobreza extrema en las zonas rurales de América Latina.

 

Pero la pobreza rural afecta en mayor grado a las mujeres que a los hombres: Entre 2007 y 2014 el índice de feminidad de la pobreza rural en la región aumentó de 108,7 a 114,7 a su vez que el índice de feminidad para el caso de la pobreza extrema incrementó de 113 a 114,9 en el mismo período.

 

Para impulsar un cambio al respecto, la FAO y sus aliados invitan en este Día Internacional de la Mujer a los gobiernos, organizaciones de la sociedad civil, academia y sector privado a unirse a la campaña #Mujeres Rurales, Mujeres con Derechos. El objetivo es compartir información y soluciones innovadoras para visibilizar las actuales conquistas y los futuros desafíos para reducir la pobreza rural y avanzar en la seguridad alimentaria y nutricional de las mujeres rurales, indígenas y afrodescendientes.

 

Las mujeres rurales trabajan más que los hombres. Además del trabajo remunerado por ejemplo como productora o agricultora familiar, están a cargo de la educación, el cuidado y la alimentación de sus hijos y muchas veces, de personas mayores de edad o en situación de dependencia. Asimismo, muchas de ellas realizan trabajo comunitario o dirigencial para lograr mejoras en su entorno, lo que al final del día constituye hasta tres jornadas laborales, dejándolas sin tiempo libre y de descanso.

 

En el área económica las mujeres rurales tienen un menor acceso a recursos y servicios productivos como tierra, agua, y no productivos, tales como crédito y capacitación. En el caso de las mujeres indígenas y afrodescendientes, la situación es todavía más injusta, pues la brecha es más amplia.

 

La campaña Mujeres Rurales, Mujeres con Derechos es un trabajo colaborativo que durante el 2019 identificará y divulgará experiencias y conocimientos sobre el poder transformador de las mujeres rurales, indígenas y afrodescendientes de América Latina y el Caribe y su aporte a los desafíos planteados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Al mismo tiempo, seguirá apoyando la campaña global Mujeres Indígenas: Hacerlas Visibles, Empoderarlas.

 

El lema de la campaña este año es Pensemos en igualdad, construyamos con inteligencia, innovemos para el cambio y se enfoca en las formas innovadoras en las que podamos promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en nuestra región.

 

La innovación y la tecnología brindan oportunidades sin precedentes; sin embargo, las tendencias actuales indican que la brecha digital se está ampliando y que las mujeres están insuficientemente representadas en los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería, las matemáticas y el diseño. Esto les impide desarrollar e influir en el desarrollo de innovaciones sensibles al género que permitan lograr beneficios transformadores. Desde la banca móvil hasta la inteligencia artificial o la Internet de las cosas, es vital que las ideas y las experiencias de las mujeres influyan por igual en el diseño y la aplicación de las innovaciones que conformarán las sociedades del futuro.

 

Es crucial contar con planteamientos innovadores que rompan con la situación habitual, a fin de eliminar las barreras estructurales y garantizar que ninguna mujer y ninguna niña se quede atrás. Si se mantienen las tendencias actuales, las intervenciones existentes no bastarán para conseguir un Planeta 50-50 para 2030.

 

La campaña #MujeresRurales, mujeres con derechos fue lanzada a nivel regional en 2016, como un esfuerzo colaborativo para visibilizar logros y desafíos hacia la igualdad de género en el mundo rural.

 

En 2019, la campaña los socios coorganizadores que lideran esta iniciativa son la FAO, la Dirección General de Desarrollo Rural del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (DGDR/MGAP) de Uruguay ONU Mujeres, la Reunión Especializada sobre Agricultura Familiar del Mercosur (REAF) y la Secretaría de Agricultura Familiar y del Cooperativismo del Ministerio de Agricultura, Pecuaria y Abastecimiento (MAPA) de Brasil.