El presidente Macri afronta el período más difícil de su gobierno. Y, para mayor preocupación, con las elecciones en el horizonte.

Los errores cometidos han sido muchos. Al no haber dado a conocer con crudeza, al inicio del gobierno, la gravedad de la situación económica (con déficit fiscal y comercial), hoy no tiene excusas para explicar por qué estamos como estamos.

Por ejemplo, con el gráfico podemos ver cuán preocupante era el saldo de la balanza comercial, ya que el valor del dólar fue quedando rezagado. Este cuadro fue preparando la bomba que explotó en 2018.



Hasta la crisis cambiaria de mediados del año pasado, la política económica se basó en una táctica gradualista que pretendía disminuir el gasto público a fin de que el costo se distribuyera a lo largo del tiempo, por lo que era necesario tomar deuda.

Pero, lamentablemente, la oferta de deuda comenzó a retacear, en un contexto internacional más complejo que tasas de interés en alza, que llevó a la explosión cambiaria local del año pasado.

De esta forma, las tasas de retorno de bonos como los de EE.UU. y así los inversores emprendieron el llamado “vuelo a la calidad” para colocarlo en estos títulos. Y abandonaron colocaciones riesgosas lo que lleva a la baja del el precio del resto de los bonos, como los de Argentina y, así, se incrementaron las tasas de interés locales.

Acá vemos el gráfico de los últimos años de la tasa de interés de la Reserva Federal de EE.UU.



A ello, se unió la peor sequía en décadas que contrajo la producción agrícola de forma abrupta.

Para frenar el problema cambiario la solución de corto plazo ha sido hasta la fecha el alza de la tasa de interés con el consecuente efecto recesivo.

A fin de afrontar la recesión es necesario que el país vaya adoptando instituciones inclusivas, lo que lleva al llamado progreso inclusivo basado en la exportación y la inversión mucho más que en el consumo.

En este sentido, el agro va a realizar en breve un aporte decisivo.

En breve comenzará de lleno la trilla de soja y ya está en comienzo la de maíz, los dos principales granos de este parte del año. Las injustas “retenciones” harán lo suyo a favor de la caja fiscal y las exportaciones, a favor del saldo comercial.

Ahora para aquellos que tienen fe, sólo queda rezar para que las lluvias y el clima no deterioren los cultivos ni afecten los suelos para llegar con buen piso para el ingreso de las máquinas.

Y para los que no la tienen, queda aguardar que la suerte los acompañe.

Mientras tanto, El Gobierno en su Plan presupuestario 2019 pretendería implementar acciones a favor de los ingresos para reducir el déficit.

Pero, lamentablemente, la oferta de deuda comenzó a retacear, en un contexto internacional más complejo con tasas de interés en alza, que llevó a la explosión cambiaria local del año pasado.

De esta forma, con las tasas de retorno de bonos como los de EE.UU. y así los inversores emprendieron el llamado "vuelo a la calidad" para colocarlo en estos títulos. Y abandonaron colocaciones riesgosas lo que lleva a la baja del el precio del resto de los bonos, como los de Argentina y, así, se incrementaron las tasas de interés locales..