En la última campaña el ingreso de Damasco al MCBA fue de 1.354,9 Tn , un 9,8 % menor a la campaña anterior que tuvo un ingreso de 1.502 Tn. Contrariamente a lo que ocurre en el mundo (especialmente en Europa) donde en los últimos años, se ha incrementado mucho la superficie de producción de esta especie, por las expectativas de consumo y el mejoramiento varietal orientado a obtener una fruta bicolor de gran dulzor y tamaño.
Asimismo, dicha fruta ocupó el 19 lugar en la oferta del total de frutas ingresadas. El resultado de la venta total de esta campaña fue de $ 52.087.956 lo que representó el 0.70 % del total de frutas facturado con un valor de $ 5021.457.518.
Por otra parte, esta campaña tuvo novedad el gran aporte a la oferta del Mercado de 17,9 Tn proveniente de la provincia de Chubut, además del su volumen se destaca la estacionalidad tardía de los ingresos. La provincia de Mendoza participó con el 75% del total de ingresos de damascos al MCBA. Cabe destacar, que en la última campaña ingresaron al MCBA 10 variedades distintas de Damascos.
A causa de la falta total de criterio de marketing de los productores nacionales, casi el 50 % de los envíos de damasco al MCBA no está identificada la variedad. Con respecto a la desactualización del espectro varietal que tiene la producción de esta especie, se puede decir que este hecho se confirma visitando los catálogos de viveros de otros países para ver la diversidad de variedades todas con cualidades deseables para satisfacer al consumidor actual.
Con respecto a la temperatura de conservación, se recomienda que esté entre -0.5 a 0°C. La vida útil también está relacionada con el cultivar. Para una buena conservación y permanencia frigorífica hay que tener en cuenta entre 2,2ºC y 7,6º C ocurre el daño por enfriamiento (D.P.E.) esto genera una textura de la pulpa harinosa, falta de jugo y pérdida de sabor. La humedad relativa óptima es de 90 a 95%.
Por último, se hace hincapié en las enfermedades. Una de ellas es la descomposición gelatinosa o daño por frío, que es un problema fisiológico que se caracteriza, en etapas tempranas, por la formación de zonas acuosas que luego se ponen pardas. Por otra parte, también mencionan la prodedumbre morena que es causada por el hongo Monilinia fructicola: es la enfermedad postcosecha más importante en el damasco. Para finalizar, la última enfermedad es la podredumbre por Rhizopus, que es causada por el hongo Rhizopus stolonifer, ocurre frecuentemente en frutas maduras o casi maduras a temperaturas entre 20 y 25°C. Para combatir este hongo, resulta muy efectivo enfriar la fruta y mantenerla a una temperatura inferior a 5°C.