Desarrollada por el biólogo japonés Masanobu Fukuoka como estrategia contra la deforestación, la técnica nendo dango –bola de arcilla, en japonés– consiste en armar bolitas de arcilla, semillas un sustrato vegetal y agua que, luego de dejarlas secar, se esparcen en el terreno. Con la primera lluvia intensa, se deshacen y brotan. Una técnica que aplica el INTA en huertas urbanas.
De acuerdo con Josué Siciliano –técnico del INTA Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA)–, “con este método se consigue la germinación del 2 % de las semillas frente al 0,2 % de las semillas sembradas directamente al voleo sobre el terreno, lo que supone un 1000 % más de efectividad”.
“La arcilla protege a las semillas, mientras germinan, de sufrir daños como el ser devoradas por animales o insectos o de ser barridas por el viento o afectadas por las sequías, lo que mejora ampliamente su productividad”, explicó, al tiempo que señaló que la técnica sirve para sembrar un gran abanico de especies que va desde árboles, arbustos, especies forrajeras, cereales y hortícolas, entre muchas otras.
Para armarlas, el especialista indicó que la bolita se arma con la mezcla de semillas, arcilla, sustrato y agua, elementos básicos para que la semilla pueda germinar. Se dejan secar al sol durante un tiempo y quedan listas para ser utilizadas. En este punto, Siciliano consideró “importante” destacar que no se debe realizar movimiento del suelo para la etapa de la siembra.
En el INTA AMBA aplican este método en huertas urbanas con organizaciones sociales y vecinos de Villa Numancia y dictan capacitaciones. “La iniciativa nació para dar un uso comunitario a baldíos y evitar los basurales además de generar un recurso alimentario”, dijo.
Y agregó: “Los encuentros tienen como objetivo principal sensibilizar en el cuidado y mejoramiento del ambiente para atesorar la biodiversidad ya que suele utilizarse en zonas sin mayor vegetación”.
“Es una estrategia multi propósito: una es generar alimento en espacios baldíos y la otra es lograr el empoderamiento de los vecinos del espacio público evitando, así, que se arrojen residuos a cielo abierto”, indicó Siciliano.
Además, reconoció que la experiencia ya se replica en otros barrios del distrito de Presidente Perón como una forma de combatir el arrojo de basura y allí producir alimentos para los vecinos.