El predominio de días soleados y las elevadas temperaturas que se presentaron
en las regiones agrícolas del centro – oeste de Brasil aceleraron el ciclo del
cultivo y dio lugar a un inicio temprano de la cosecha. Los registros
pluviométricos registrados en diciembre y enero se ubican muy por detrás del
promedio de los últimos años, incluso en el sur del país que, si bien recibieron
aportes hídricos recientes, no suficientes para revertir la tendencia general.
Con los datos reportados al cierre de la semana que finalizó, se estima que
algo más de 4,70 mill.has. fueron recolectadas. En términos de superficie
representa un 13% y supera ampliamente al 4% observado un año atrás y al 3%
habitual al terminar el mes. Los estados que mayor proporción de lotes
recolectados corresponden a aquellos de mayor incidencia a nivel país: Mato
Grosso y Paraná.
Los productores mato-grossenses lograron levantar cerca del 30% de las
hectáreas cultivadas, a lo que fueron confirmándose resultados menos alentadores
que los presupuestados en una primera instancia. Puntualmente en el centro del
estado se relevó un rendimiento medio de 27,5 qq/ha, mientras que durante el
ciclo 2017/18 en estas mismas latitudes se habían materializado 35,8 qq/ha.
La falta de agua en el período que los cultivos ingresan en las fases
críticas resultó determinante en este aspecto. Si nos desplazamos más hacia el
sur del estado, la maduración se vio algo menos afectada en determinadas áreas.
Los resultados al momento son muy variados y oscilan en un rango de 12,1 – 32,3
qq/ha. En cuanto a la soja tardía, implantada más hacia fines de octubre y
primeros días de noviembre, aún requiere de mayores niveles de humedad para
concluir el llenado de grano.
Este panorama muestra varios puntos en común con Paraná, el segundo estado
productor. En la medida que se expanden las áreas cosechadas, se corroboran
mermas de entre un 10% a un 25% en relación al año pasado. Sobre el oeste del
estado se perciben los campos más afectados por el calor. De todas maneras, dada
la mayor participación de lotes tardíos es probable que, con los últimos
chaparrones, las medias puedan ser incrementadas en la totalidad del estado.
En este contexto, el Departamento de Economía Rural de Paraná (DERAL) redujo
su estimación de cosecha a 16,80 mill.tn. (vs. 19,10 mill.tn. calculadas
anteriormente). Las revisiones en las diferentes regiones productivas dan cuenta
de que Brasil no volvería a marcar un récord productivo (pese a una nueva
expansión de la siembra) y el volumen final podría situarse más cerca de 115,00
mill.tn.
Los patrones climáticos reflejan un escenario opuesto en nuestro país, con
recurrentes precipitaciones que azotaron principalmente las provincias norteñas.
Los excesos llegaron a un punto en que las siembras se vieron interrumpidas y,
en algunos casos, se debieron resembrar lotes. Las condiciones que rijan de aquí
en adelante serán cruciales para el desarrollo de la soja y permitirán ir
previendo los números de la cosecha 2018/19.
En el mercado local se percibe cierta apatía en la comercialización de la
nueva cosecha. Existe un predominio de ventas “a fijar precio” y escasas
operaciones con “precio firme o hecho”. Únicamente el 33% de los negocios
concretados cuenta con precio e indica la relación más baja en términos
históricos. Esta comparación surge de tomar las 4,13 mill.tn. comprometidas al
momento y las 1,35 mill.tn. que están priceadas.
Con estas cifras se verifica una caída interanual del 42,5% en el volumen de
comercialización. Si contemplamos únicamente las ventas a precio, el retroceso
es más pronunciado y alcanza al 62,5%. Esta situación obedece a que, hace
exactamente un año atrás, el nivel de pricing se situaba en el 50% de las
operaciones forward, unos 17 puntos porcentuales por encima del actual.
Los motivos básicamente radican en la incertidumbre que generan las inclemencias climáticas sobre el tonelaje a cosechar y, simultáneamente, precios que no convencen al productor y arrojan márgenes muy ajustados, más aún si consideramos aquellos campos más alejados de los puertos o que incurrieron en mayores costos si tuvieron que resembrar. Actualmente los contratos a cosecha oscilan en un rango de 240 – 245 U$S/tn y se ubican entre un 6% y un 7% por debajo de los precios negociados durante la siembra
Por Eugenio Irazuegui; Analista de mercados – Responsable de Research de
ZENI
Fuente: Centro de Gestión Agropecuaria