Un nuevo informe de AgroIdeas, destaca que el 2018 fue un año dispar para los distintos eslabones de la Cadena de Ganados y Carnes de la República Argentina. De esta manera, la industria exportadora fue la más beneficiada, con un incremento del 75% de los volúmenes exportados en los primeros once meses del año. Esto se debe fundamentalmente a la demanda de China y a la devaluación de la moneda nacional, generando ingresos por casi USD 2.000 millones. Es decir que, la industria dedicada a abastecer al consumo interno fue beneficiada con el crecimiento registrado en la faena a lo largo del año.
Como contrapartida, para el sector de la producción ha sido un año muy difícil, tanto para el criador como para el engordador. El estancamiento de precios de la invernada, sumado al fuertísimo incremento de costos, tanto en cría como en sistemas intensivos de engorde, impactó de lleno en sus rentabilidades. Asimismo debemos recordar el impacto productivo que tuvo la sequía que afectó a gran parte del país durante el primer trimestre del año y que motivó que se anticipara la salida de hacienda y se ajustaran los rodeos a la capacidad de carga de los campos. Igualmente la devaluación del 100% de la moneda nacional impactó de lleno en los precios de los granos y del combustible hacienda el negocio del engorde a corral a pérdida a lo largo de todo el año.
Por último la restricción monetaria extrema sumado a la elevada tasa de inflación ocurrida después de la mega - devaluación del dólar, impactó fuertemente sobre el nivel de actividad económica en dónde la hacienda gorda no fue ajena. El mercado argentino de carnes absorbe la totalidad de la oferta ofrecida y ajusta por precio. Por lo cual, la mayor oferta y menor demanda provocaron indefectiblemente el estancamiento de precios ocurrido en este año.