Buen Negocio
Quedan pocos lotes del trigo por cosechar en el norte de la región pampeana. En general, excepto los lotes afectados por granizo, heladas y temporales que produjeron vuelco, los parámetros de calidad del grano han sido satisfactorios, pese a que los rindes se ubicaron en el promedio histórico o alrededor de él, con muchos registros de 40-45 quintales por hectárea. Los rendimientos podrían haber sido récord si no hubieran escaseado las lluvias durante las etapas reproductivas.
Los molinos y la exportación absorben toda la mercadería que les proveen las
plantas de acopio, basados en los análisis de peso hectolítrico, proteína y
calidad panadera. Es claro: muchos agricultores han decidido convertir rápido el
grano en dinero aprovechando los altos precios actuales para cancelar las deudas
que provocó la sequía o para fondear los cheques entregados durante la compra de
insumos de la campaña gruesa.
En esa zona, en general, la cebada está dando rindes inferiores a los del
trigo porque las lluvias le llegaron tarde. Su comercialización en menos fluida
que la del trigo por las observaciones, como grano verde o falta de cupos, que
imponen algunas fábricas.
Girasol complicado
Mientras tanto, los girasoles tempranos sembrados en el sur de Santa Fe ya
iniciaron la floración y evolucionan bien, pese a las condiciones de alta
humedad reinante, con algunos ataques de roya blanca como principal adversidad.
Los problemas de la oleaginosa no vienen por el lado productivo, sino por el
comercial: los compradores bajaron los precios de 270 a 220 dólares por tonelada
en pocos días, aduciendo una caída del precio internacional del aceite,
retenciones, etcétera.
Ante esa realidad, y frente a la ausencia de forwards atractivos, muchos
productores piensan cosechar seco y embolsar, esperando que el mercado repunte
más adelante. Por ahora venderán el trigo u otros granos gruesos para
financiarse.
En un reciente informe de la Bolsa de Comercio de Rosario se explica que "la producción mundial de girasol llegará a 50,5 millones de toneladas, 6,5% por encima de la campaña anterior, por excelentes condiciones climáticas durante julio y agosto en el hemisferio norte. En Rusia -el principal productor mundial- la cosecha fue 18% superior al promedio de las últimas cinco campañas, y en Ucrania -el segundo productor global- se produjo 20 por ciento más.
Precios flojos
Ante estas cifras, se prevé que el stock final mundial de girasol suba 17%, a 3,6 millones de toneladas, el mayor volumen en una década, lo cual impulsó una abrupta caída en el valor internacional de la semilla y del aceite: el 13 de diciembre de 2017 los precios del aceite de girasol europeo para entregar en enero-marzo de 2018 promediaban los US$800 por tonelada. Al 13 de diciembre actual, los precios para entregas en enero-marzo de 2019 cayeron a US$682 y quedaron un 17% abajo del año anterior.
Del lado de la demanda, si bien se prevé un moderado aumento del uso para alimentación y de las exportaciones, el consumo mundial global subirá solo 200.000 toneladas, por debajo del incremento de la oferta. A raíz de ello se prevé una acumulación de existencias de aceite al final del ciclo. Sobre llovido, mojado. Los atractivos precios internacionales del aceite en la época de siembra sirvieron como principal incentivo para la decisión de elevar las hectáreas implantadas en la Argentina. Así, la producción de grano pasaría de 3,5 millones de toneladas en el ciclo 2017/18 a 3,8 millones en el actual que, combinada con mayores stocks, daría lugar a un alza del 15% en la oferta total estimada.