En el marco del G20, principal foro internacional para la cooperación
económica, financiera y política, la Argentina, como país anfitrión, definió
tres prioridades a abordar mediante el diálogo global: el futuro del trabajo, la
infraestructura para el desarrollo y un futuro alimentario sostenible.
El sector privado participa activamente en este proceso a través del B20
-Business 20- liderado este año por empresas argentinas, a través de la
construcción conjunta de recomendaciones de políticas públicas y de la
definición de compromisos propios del sector, para lograr las prioridades
definidas.
CREA, asociación argentina que reúne cerca de 2000 productores agropecuarios,
acompañó en el rol de concept partner, -de referentes técnicos especialistas- en
producción sostenible y tecnologías, al grupo de trabajo del B20 sobre Sistemas
Alimentarios Sostenibles, recepcionando una de estas prioridades.
La FAO, Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura, define un sistema alimentario sostenible como aquel que ofrece
seguridad alimentaria y nutrición para todos, sin comprometer las bases
económicas, sociales y ambientales que les permitan a las generaciones futuras
continuar generando seguridad alimentaria y nutrición para todos. Es así que,
para lograr un futuro alimentario sostenible, el grupo de trabajo específico
acordó recomendaciones y compromisos para:
(a) Eliminar todas las formas de desnutrición y malnutrición, incluyendo la obesidad,
(b) producir alimentos cuidando el ambiente y mitigando y adaptándonos al cambio climático,
(c) desarrollar tecnologías innovadoras y transferirlas haciéndolas accesibles a las PYMES y los países en desarrollo,
(d) fomentar un comercio fluido que garantice el acceso a los alimentos en todas las regiones del mundo y en condiciones nutritivas y de inocuidad adecuadas,
(e) disminuir radicalmente las pérdidas y desperdicios de alimentos a lo
largo de la cadena de valor, la comercialización y el consumo.
Como resultado de este proceso, además de los documentos formales de
recomendaciones y compromisos, CREA destaca la importancia de los consensos
generados dentro un marco de diálogo constructivo. En este sentido, se logró una
visión compartida sobre cómo lograr la sostenibilidad de los sistemas
alimentarios, acuerdo que dará respaldo y fortaleza a las acciones futuras.
El impulso de integración que infunde el B20, da un protagonismo vital a las empresas para alcanzar el desarrollo sostenible del país y su contribución a las cadenas globales de valor.
Argentina tiene la oportunidad excepcional de transmitir este mensaje con acciones concretas liderando la sostenibilidad de los sistemas alimentarios. Su capacidad de producir alimentos es al menos 10 veces superior a su consumo interno; también, se destaca en la investigación e innovación aplicadas en tecnologías y procesos de producción, basados en ciencia, para producir más alimentos cuidando los recursos naturales y el impacto climático adverso.
Escalar estas potencialidades hacia la integración en las cadenas globales de valor requiere, junto al protagonismo empresario, de un marco de políticas públicas que favorezcan las inversiones en infraestructura física y de telecomunicaciones, al igual que acciones en investigación, desarrollo e innovación, agregando valor desde la producción primaria hasta los consumidores.
Por último, es necesaria la articulación pública privada para la educación de los consumidores en un estilo de vida y alimentación saludable desde la niñez. En el plano multilateral, se requiere también la armonización de los marcos regulatorios.
La sostenibilidad es un concepto que abarca la economía, el ambiente y la sociedad. El desafío de alimentar al mundo de forma sostenible es un imperativo ambicioso que se logrará sólo a través del trabajo conjunto. Desde CREA compartimos conocimientos y experiencias para el desarrollo sostenible de las comunidades. Los acuerdos resultantes del B20 son la oportunidad para dar un paso más y trascender a las futuras generaciones con una agenda compartida para garantizar la sostenibilidad de los sistemas alimentarios.