Los granos se dañaron por el mal tiempo y empeoraron debido a una cosecha húmeda, aunque normalmente podrían venderlos de todos modos a un operador local.
Pero este año no están
comprando tanto grano dañado.
La guerra comercial ha exacerbado la presión sobre el almacenamiento, que ha sido un problema persistente en los últimos años debido en gran parte a un exceso mundial de granos.
Según consignó la agencia Reuters, para el granjero de
Luisiana Richard Fontenot y sus vecinos la solución fue
costosa: dejar que los cultivos se arruinen. Fontenot sembró
menos de 400 de sus 690 hectáreas con soja y no cosechó
parte de su producción valuada en más de 300.000 dólares.
"Nadie los quiere", dijo Fontenot en una entrevista con
Reuters. "No sé qué más hacer", agregó el productor en una
nota firmada por Mark Weinraub y P.J. Huffstutter.
La escena se repite en todo Estados Unidos, según
entrevistas con más de dos decenas de agricultores,
investigadores académicos y prestamistas agrícolas.
Todos coinciden en que este es uno de los resultados de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que ha afectado considerablemente la demanda de exportaciones y ha inundado las instalaciones de almacenamiento con el exceso de granos resultante.
En Luisiana, por ejemplo, hasta el 15% de la cosecha de la oleaginosa está con estos problemas o está demasiado dañada para el mercado, según los datos analizados por personal de la universidad estatal. Las cosechas se van a desperdiciar en partes de Misisipi y Arkansas, mientras pilas de granos abundan en los suelos de Dakota del Norte y del Sur. Y en Illinois e Indiana algunos agricultores están luchando para proteger de los animales las bolsas de silos llenas de cultivos.
Los costos del almacenamiento
Los agricultores estadounidenses sembraron 36 millones de
hectáreas de soja este año, el segundo mayor nivel de la
historia, con la esperanza de que la creciente demanda de
China les brindara mejores rendimientos que otros cultivos.
Pero Pekín impuso un arancel del 25% sobre la soja
estadounidense en represalia por las tarifas impuestas por
Washington a las exportaciones chinas.
Eso cerró las ventas de soja de Estados Unidos a China, valuadas en alrededor de 12.000 millones de dólares el año pasado. El gigante asiático suele comprar cerca del 60% de la cosecha estadounidense.
Washington implementó un programa de 12.000 millones de
dólares para ayudar a los agricultores a absorber el costo
de la guerra comercial. A mediados de noviembre, se habían
pagado 837,8 millones de dólares.
Pero parte de ese dinero pasará de los agricultores a los grandes operadores de granos, como Archer Daniels Midland Co. y Bunge Ltd., que están cobrando más a los productores para almacenar los cultivos en los silos donde hay espacio limitado. Bunge y ADM no respondieron a Reuters sobre las solicitudes de comentarios sobre las tarifas de almacenamiento.
Los agricultores que se encuentran en el centro de Illinois podrían pagar hasta un 40% más que en años anteriores para almacenar cultivos en las próximas semanas, según el consultor agrícola Matt Bennett.