El mercado de soja para la campaña 2018/2019 es un acertijo por ahora sin resolver. Su evolución dependerá de cómo termine la implantación en la Argentina y en Brasil, y del ritmo de las exportaciones de Estados Unidos. En nuestro país, seguramente serán necesarias resiembras en muchos lotes implantados a principios de noviembre que recibieron 150-200 milímetros en un día. Hay tiempo para concretarlas, pero cada día que pasa se reduce el potencial de rinde de los cultivos. Como contrapartida, las lluvias del 9 y del 10 del actual recargaron los perfiles para la implantación de soja de segunda.
Sigue la espera
En cuanto a la guerra comercial, el retraso de ventas de soja de EE.UU. a
China es evidente. "El promedio de los últimos años de exportaciones
estadounidenses a septiembre es de 17 millones de toneladas, frente a las
963.000 toneladas del actual ciclo", compara Sebastián Salvaro, de AZ Group.
"No hay muchos motivos para pensar en un buen desenlace de este conflicto si
se considera que China está buscando harina de colza y de girasol en Canadá
y en Rusia, y que aumenta los subsidios a la producción doméstica de soja",
razona Sebastián Olivero. En tanto, la siembra de Brasil se está terminando
en Mato Grosso.
Importación récord
Y en la Argentina, "al mes de septiembre se llevaban importados tres millones de toneladas de soja, lo que representa un récord, mientras que las exportaciones muestran un retraso frente a igual fecha de las últimas dos campañas", compara Salvaro. Por otro lado, los compromisos de entrega de mercadería de la campaña 2018/2019 están retrasados frente a igual fecha del ciclo pasado. A principios de noviembre, el volumen comprometido llegaba a los 3,1 millones de toneladas, frente a los 5,3 millones de la campaña 2017/2018, probablemente por la baja cotización futura de soja.