La semana pasada, la Red Agropecuaria de Vigilancia Tecnológica (RAVIT)
alertó que en el mes de noviembre el Yuyo Colorado (Amaranthus hybridus) podría
alcanzar las 500.000 hectáreas en el norte de Córdoba. Esto se debe a las
lluvias ocurridas en octubre, el incremento de las temperaturas y la habilidad
reproductiva de los Amaranthus, que pueden producir hasta 300.000 semillas por
planta.
Junto a las gramíneas, el Yuyo Colorado es la maleza de mayor preocupación
para los productores de Córdoba. Según los datos de la Rem de AAPRESID, en la
última campaña la especie ocupó 6,3 millones de hectáreas en esa provincia y más
de 13 millones en todo el país. En octubre, el área estimada con Yuyo Colorado
en el norte de Córdoba ascendía a 200.000 hectáreas. En noviembre, más del 60%
de la superficie agrícola estudiada se vería afectada por la problemática.
El crecimiento exponencial de las malezas resistentes es uno de los
principales problemas de la agricultura actual y amenaza la sustentabilidad
económica, productiva y ambiental. El llamado de atención que surge del
relevamiento que RAVIT viene haciendo junto a Arysta LifeScience Argentina sobre
1.5 millón de hectáreas en el norte de Córdoba es una oportunidad para repensar
y accionar.
Aunque existen herramientas como el herbicida Dinamic 70 WDG que utilizado en
el cultivo de maíz permite controlar las malezas de hoja ancha como Yuyo
Colorado y Rama negra en aplicaciones de pre-siembra o pre-emergencia del
cultivo con dosis que van de 500 a 700 gramos por hectárea según textura y
materia orgánica del suelo, hay otras cuestiones a considerar con antelación.
"Aspectos como la rotación y fecha de siembra del cultivo, el historial de
malezas en el lote, la biología y el flujo de nacimiento de las malezas, la
elección y la rotación de los modos de acción herbicidas y el momento y calidad
de la aplicación, son algunos de los temas clave que se deben considerar a la
hora de desarrollar una estrategia de control", enumera Florencia Schneeberger,
coordinadora de marketing de Arysta.
Entender con mayor profundidad lo que ocurre en los lotes es el desafío que
ha encarado Arysta junto a RAVIT. El estudio sobre el norte de Córdoba busca
dimensionar el problema y construir junto a los productores las mejores
soluciones.
Según los datos recabados por RAVIT, la ausencia de decisiones oportunas para
el control de malezas genera costos extra que van de los 50 a los 70 dólares por
hectárea. "Por eso lo ideal es mantener el lote limpio y no dejar que las
malezas crezcan y consuman los recursos del cultivo objetivo. La aplicación de
un herbicida pre emergente y residual es una buena herramienta para que el
cultivo llegue sin competencia a cerrar el surco. En líneas generales, los
controles post emergentes son más costosos, menos eficientes y hasta pueden
generar fitotoxicidad en el cultivo", enumera Schneeberger no sin antes recordar
que si se deja escapar la maleza el problema se expande y se potenciará en la
próxima campaña a raíz del banco de semillas que queda.
"Es importante tomar conciencia de que llegar con el lote limpio es solo el
principio", insiste la ejecutiva de Arysta y destaca que la persistencia de
Dinamic 70 WDG proporciona un control por más tiempo versus herbicidas
tradicionales, permitiendo llegar al establecimiento del cultivo con una menor
competencia de malezas de hoja ancha. Además, en mezcla con S-Metolaclor, el
herbicida mejora el espectro de control de gramíneas en maíz.
El estudio
RAVIT reúne información agronómica basándose en tres grandes fuentes. Los
protocolos de campo a partir de los cuales se realiza el seguimiento de 120
variables en 150 sitios del área en estudio, de allí surgen datos "duros" que
sostienen el análisis. Esto se complementa con información cualitativa emanada
del contacto con quienes toman las decisiones dentro del área en estudio
basándose en sus conocimientos, experiencias y creatividad. Y por último se suma
a los datos surgidos de sensores remotos que miden, por ejemplo, índice verde o
lluvias. Esta tercera fuente se basa en el aporte que hacen las nuevas
tecnologías de medición y los nuevos usos que permiten las viejas tecnologías,
con un protagonismo creciente en los procesos de toma de decisiones en el agro.
Desde RAVIT argumentan que en esta primera etapa de seguimiento si bien se
detectó en protocolos de campo un 25% de la superficie en situación de grave
enmalezamiento, no se encontraron en la Red productores desprevenidos del
problema. "Esto podría atribuirse en gran medida a los retrasos en la definición
de los alquileres de campo y no a la falta de conciencia de la amenaza", aseguró
Esteban Tronfi, director de la Red.
A su vez, el profesional indicó que "la escala del análisis indica una clara luz amarilla en cuanto a la excesiva concentración en la utilización de una escasa variedad de herbicidas y gran presión sobre pocos modos de acción. En escala regional esta situación es grave por resultar una condición propicia para la generación de nuevas malezas resistentes".