Desde que se detectó por primera vez a principios de agosto, 14 provincias y municipios de China se vieron afectados por la contagiosa enfermedad, que puede ser mortal para los cerdos y no tiene vacuna. La mayoría de los casos recientes han sido en el sur, que tiene el mayor consumo per cápita de carne de cerdo en el país.
Según informa Reuters, el Ministerio de Agricultura de China dijo que el último caso se produjo en una pequeña granja de 119 cerdos en el condado de Baojing. Durante el fin de semana se dieron otros dos casos, uno de ellos en el municipio de Chongqing, ubicado cerca de Baojing.
China ha vinculado el uso de desechos de cocina para alimentar a los cerdos con la mayoría de los primeros casos de peste porcina africana en los últimos meses, pero no ha explicado cuáles serían las causas de los otros.
Analistas comentan que el sector de alimentación para ganado del país podría estar contaminado, lo que sugiere que los riesgos son altos y que la enfermedad seguiría propagándose rápidamente. “Es probable que la fuente de contaminación sean los productos de alimentación para ganado. La situación del brote es muy grave”, dijo Yao Guiling, analista de la consultora China-America Commodity Data Analytics.
Asimismo, Pekín prohibió utilizar desechos de cocina para alimentar a los cerdos, intensificó los controles en el transporte de animales vivos y ordenó una mayor supervisión de los mataderos que procesan cerdos enfermos, entre otros esfuerzos encaminados a controlar la propagación de la enfermedad.
Sin embargo, los animales enfermos todavía pueden estar entrando en la cadena alimenticia. La semana pasada, Taiwán informó de que había encontrado el virus de la peste porcina africana en un embutido fabricado por el procesador Shuanghui que había sido importado desde China.