La Federación de Transportadores Argentinos (Fe.Tr.A.), la principal
federación nacional empresaria que nuclea a dueños de camiones y pymes que se
dedican al acarreo de cereales, lanzó una medida de fuerza de 48 horas y
encendió luces de alarma en la Casa Rosada.
Buena parte de los ingresos y el repunte económico para el año que viene está
atado a que la cosecha funcione como un gran salvavidas del Gobierno. Luego de
una sequía que afectó fuertemente la producción, en Balcarce 50 repiten el
mantra "no vamos a tener dos cosechas malas seguidas" por lo que cualquier
inconveniente que genere una mínima pérdida, como puede ser un paro de
transporte o uno portuario, es seguido de cerca.
Pero el pasado martes 23, la Fetra lanzó un paro de 48 horas en busca de una
mejora en las tarifas que cobran por kilómetro transportado en medio de los
incrementos del combustibles y los costos laborales.
Frente a este panorama, el jueves pasado el ministro de Transporte Guillermo Dietrich se reunió con las autoridades de la Fe.Tr.A. y terminaron acordando que la semana que viene se abrirá una mesa de negociación para actualizar la tarifa que cobran los transportistas.
Mientras buscan descifrar al electo presidente de Brasil, en la Casa Rosada
no dan por muerto al Mercosur. Esperan conocer los ministros para saber cuál
será el rumbo.
Aunque en ciertos sectores del Gobierno creyeron ver la mano del sindicalista
de Camioneros Hugo Moyano y su hijo Pablo, detrás de la decisión de llevar
adelante esta medida de fuerza, la posibilidad de tener una escalada del
conflicto que termine afectando la recaudación hizo que Dietrich los recibiera
con apenas 24 horas sin movilizar ningún tipo de carga agropecuaria la entidad y
que no sólo se llevaran la promesa de un nuevo encuentro.
En el nuevo acuerdo que tendrá el aumento de las tarifas y también, según
aseguran desde la entidad transportista, incluirá que no habrá impedimentos para
solicitar la actualización tarifaría cuando Fetra lo considere necesario.
Frente a la expectativa que los combustibles siguen incrementando su precio,
los transportistas aseguran que se obtuvo incorporar una cláusula gatillo que
dispare una nueva tarifa cuando se actualice el gasoil. Además, en la resolución
los costos publicados "mantienen ese valor siempre y cuando el flete se pague
dentro de los 30 días de realizado el viaje".
Mientras siguen las negociaciones, en el Gobierno apuestan a poder responder
a este tipo de acciones. Y la apuesta parece ser a mediano plazo. Por un lado,
desde la cartera de Transporte incentivan que siga creciendo el uso de los
denominados bitrenes así como también del ferrocarril.
Mientras tanto, del otro lado hoy hay una legión conformada por 60.000 camiones que ya transportaron la cosecha de la soja y ahora comienza a movilizarse para la cosecha de trigo que, si no se cumple con lo acordado, tiene la capacidad de paralizar los puertos de Quequén y Bahía Blanca en la provincia de Buenos Aires y el complejo portuario más grande de la Argentina en el Gran Rosario.