El nuevo tipo de cambio y la constante demanda mundial de carne vacuna potenciaron el negocio de los frigoríficos exportadores. Alrededor de 28 compañías locales se encuentran esta semana promocionando las bondades del bife y el lomo argentino, coqueteando con importadores principalmente de China, Rusia, Israel o Japón, y también seduciendo a consumidores europeos, los anfitriones del Salón Internacional de la Alimentación (SIAL), que se desarrolla en París.
Con viento a favor desde la quita de las trabas a la exportación, pero
impulsado últimamente por un dólar más atractivo, la cadena vacuna ya se anima a
pronosticar valores de exportación que hasta hace pocos años atrás estaban
lejos.
Desde París, representantes del sector coincidieron en que para fin de año se podría quedar cerca o directamente alcanzar las 500.000 toneladas de carne vacuna exportadas, lo que representaría un valor cercano a los u$s 2000 millones. "En lo que va del año las exportaciones crecieron más de un 70%; se está por cumplir con la totalidad de la Cuota Hilton por primera vez en muchos años -el año pasado se quedó muy cerca- y el volumen exportado se acerca al 18% del total de la carne producida", comentó Ulises Forte, Presidente del IPCVA.
Así y todo, con ese volumen todavía se quedaría lejos de los niveles del 2006, pero en camino a alcanzarlo próximamente: habría que sumar otras 300.000 toneladas.
Con ese clima de optimismo, los empresarios destacaron la alta afluencia de compradores chinos y el crecimiento del negocio kosher, con consultas por carne halal también para Europa. Además resaltaron la creciente demanda de carnes de mayor calidad, no sólo para los cortes tradicionales, sino también para la elaboración de hamburguesas. "Cada vez se consume mayor cantidad de hamburguesas en el mundo y el negocio se va haciendo más sofisticado. Se están pidiendo más cortes para hacer hamburguesas premium, que son con carnes de mayor calidad y de mayor tamaño", destacó Jorge Romero, Gerente del frigorífico Urien-Loza.
Respecto de la importancia de la feria, Alberto Gorleri, de Friar, comentó que además de ser una presentación internacional de cinco días, "siempre te llevás un par de compradores chinos nuevos". Mientras que Carlos Riusech, de Frigorífico Gorina resaltó que "acá es donde se toma la temperatura de las relaciones porque los números se pueden cerrar a la distancia".
Un jugador más novato como Santa Giulia graficó el panorama del sector: "Es muy importante estar acá porque estamos en una nueva etapa. Hace un año que estamos exportando Hilton, hace pocos días fuimos habilitados para exportar a China y en enero vamos a producir también con certificación Kosher", afirmó José Somma, representante de la firma.
Desde el IPCVA, Mario Ravettino, refirió que los precios se mantienen estables como en los últimos dos o tres años, pero el volumen y el tipo de cambio marcaron la diferencia. Los valores, en términos generales, se ubicaron en u$s 12.400 la tonelada Hilton, u$s 5200 el garrón y brazuelo congelado para China y u$s 4000 la rueda congelada para Rusia. En el caso de este último país, comentaron que si bien presenta valores bajos, el mercado es una buena alternativa para los exportadores que aún no están habilitados para exportar a China.
En este contexto, Miguel Schiariti, Presidente de la Cámara de Industria y Comercio de Carnes y Derivados (CICCRA), advirtió que la mayor demanda internacional y la competitividad adquirida por el tipo de cambio es posible que se afecte el consumo interno, en paralelo a una caída del poder adquisitivo de los consumidores locales, por lo menos hasta que se discutan nuevas paritarias: "da la sensación que va a haber una caída de entre 3 y 5 kilos por habitante", comentó.