Pensando en los próximos dos meses, hacemos el análisis que sigue.

Tres amenazas se ciernen sobre los precios de los granos.

Se trata, en primer lugar, del valor del dólar contra las restantes monedas del mundo.

Como sabemos, la Reserva Federal de Estados Unidos aumentó las tasas de interés, por tercera vez en el año.

Las tasas han aumentado un cuarto de punto porcentual, pues a partir del 24 de septiembre, llegaron a un rango 2,25%, su mayor nivel en 10 años. Este es el octavo incremento desde fines de 2015 y se espera uno más en diciembre, para llegar a un ratio de 2,4%.

Además la entidad financiera expresó que "nuevos aumentos graduales" permitirán mantener el crecimiento de la economía mientras la inflación se mantenga en torno a la meta de 2% anual.

Para el año 2019, entonces, se aguarda que la tasa alcance un nivel de un aumento a 3,1%.

¿Qué significa esto? Pues bien, para decirlo en forma simple, quiere decir que el valor del dólar debería aumentar en relación a las demás divisas.

De hecho esta suba ya viene registrándose. El gráfico muestra cómo, a lo largo de los últimos treinta días, se necesitan menos dólares para compra un euro.


El problema es que por cada aumento del dólar, disminuye la capacidad de pago de los importadores de granos y, en consecuencia, aumenta la presión a la baja en los precios de estos bienes.

La otra amenaza es la que viene del valor del dólar en la economía doméstica, frente a una inflación muy grave.

Todo indica que, para los próximos dos meses, con la cosecha de trigo en puertas, el dólar tienda a quedarse frente a la tasa de inflación. Por lo tanto, los precios de los granos habrán de perder capacidad adquisitiva.

Y en tercer lugar, la amenaza viene del propio gobierno que, desesperado por reducir el déficit fiscal, podría incrementar las alícuotas por derechos de exportación de la oleaginosa.

Existe un proyecto de ley de presupuesto nacional 2019 que incluye la facultad al Poder Ejecutivo de aumentar la alícuota para los productos del complejo sojero hasta el 33% del valor imponible o precio oficial FOB. Esta será una facultad a ejercer hasta el día 31 de diciembre de 2020.