Las principales gremiales lácteas aceptaron el ingreso de 300 mil litros de leche larga vida que la multinacional Parmalat importó la semana pasada desde una de sus plantas ubicadas en Río Grande do Sul y lo vincularon a la pérdida de competitividad que atraviesa el sector.
En un comunicado indicaron que la llegada del producto desde Brasil no merece objeción desde el punto de vista formal, siempre que se apliquen para la mercadería las mismas normas sanitarias e impositivas que para la que se produce en el país.
Resaltaron que el ingreso de la leche al mercado es un claro indicador de la notoria caída de la competitividad de la lechería local afectada por una estructura de costos distorsionada y una “grosera” diferencia cambiaria con Brasil.
Las gremiales expresaron que esa falta de competitividad ya consiguió que varias empresas lácteas se retiraran del país y otras como Pili parece, inexorablemente, encaminarse al cierre de sus actividades. Advirtieron que si persisten las actuales condiciones es de esperar que otras compañías transiten el mismo camino con las importantes consecuencias que la situación conlleva especialmente en la pérdida de puestos de trabajo y la destrucción de cuencas de producción lechera.
Fuente: Infortambo