Desde el lunes, habrá un incremento en las tarifas de gas, de entre 30% y 35%. Lo volvió a confirmar el secretario de Energía, Javier Iguacel. El ente regulador Enargas autorizó una suba de 20% en los márgenes de las distribuidoras y transportistas por la inflación acumulada en el semestre abril-septiembre. Las firmas habían reclamado un 30% de actualización por ese concepto.
Desde el próximo invierno, tal como anticipó Clarín en su edición del 7 de septiembre, regirán facturas “previsibles”, tal como lo describió Iguacel, en el sentido que los montos no serán tan elevados en invierno, y se tratará que sean más parejos durante todo el año.
El ente regulador Enargas publicará el nuevo cuadro tarifario a partir del lunes. Allí debería estar detallado cuánto le pagarán las distribuidoras de gas a las productoras. Hasta el viernes a la tarde, había conversaciones al respecto.
En el próximo cuadro tarifario, los clientes de las categorías R1 y R2 (que son más de la mitad) pasarían de una boleta mensual de $ 440 a $ 600, en teoría. Pero, como el consumo cae mucho, es probable que el desembolso final sea menor al que arrojan esos cálculos. Lo mismo sucederá con los clientes R3 (casi un tercio del padrón). En los números, su factura no bajaría de $ 1.700, pero el calor hará que esa cifra sea inalcanzable hasta abril.
Habrá cambios en la tarifa social. Los beneficiarios mantendrán el 100% de descuento hasta un bloque máximo de consumo, a partir del cual comenzarán a abonar el total del precio. El bloque lo establece cada distribuidora, por lo que varía según la región del país. En diciembre del año pasado, el Gobierno había dictado una resolución que también recortaba el beneficio para los usuarios de gas con tarifa social, que finalmente fue suspendida.
Durante el último invierno, las distribuidoras de gas cobraron facturas con un dólar a $ 18, pero tuvieron que pagar ese mismo insumo con un tipo de cambio a más de $ 28. Eso creó una deuda millonaria entre quienes llevan gas a hogares y comercios, contraída con los productores. La idea del Poder Ejecutivo es que esa deuda se salde a partir del año que viene en 12 cuotas o más, un asunto que se dialogaba entre la secretaría de Energía y las empresas.
Con respecto al gas para el período que va entre octubre de 2018 y marzo de 2019, las productoras de gas accedían a cobrar US$ 4 -medido en millón de BTU, la unidad de referencia del sector- para que eso lo trasladen las empresas de distribución. Sin embargo, esa cifra es diferente con el dólar a $ 28 -como cuando lo tasaron en los materiales para las audiencias públicas- que con el tipo de cambio a más de $ 40, como el de estos días.
En la última semana, los productores le comunicaron a la secretaría de Energía que están dispuestos a cobrar US$ 3,72 por el gas: un promedio que cubre el rango que va entre US$ 3,40 que ofrecerían de la cuenca Austral con US$ 3,85 que vale el gas de Neuquén. Es una rebaja del 10% en dólares con respecto a lo que se había informado en las audiencias públicas de septiembre.
Además, la secretaría de Energía y las productoras acordarían un dólar a $ 38 por el gas que se entregue durante los próximos meses. Tras la recuperación en la producción, sobra gas en el verano y hasta se lo puede volver a exportar en contratos cortos como sucederá con Chile. Se volverá a despachar gas desde un gasoducto que el kirchnerismo inhabilitó y deterioró la relación con el país trasandino, ahora reiniciada.
La producción de gas natural alcanzó subió un 8,1% por encima de agosto de 2017, y acumula una mejora del 5,3% en relación al mismo período de 2017. “Se alcanzó en agosto de 2018 el valor más alto desde 2010”, enfatizó la secretaría de Energía.