La tecnología de precisión ya es una realidad en el sistema agrícola, pero en la ganadería también ya está pisando fuerte. Ricardo Garro, del INTA Anguil, forma parte del equipo que desarrolló los comederos inteligentes con tecnología nacional de alto impacto en el manejo individual de los animales en el rodeo. Mediante video conferencia desde Australia, desarrolló una disertación en la que explicó claramente de que se trata esta innovación durante el 17º Curso Internacional de Agricultura y Ganadería de Precisión.
Para el experto, la tecnología cambió y cambia todo lo que hacemos, tanto nuestra vida personal como en nuestro trabajo. “Y podemos ver que tan rápido cambió, si pensamos que en el 2005 en la Plaza San Pedro, cuando Benedicto asumió como Papa prácticamente no había teléfonos celulares en esa oportunidad. En el 2013 en la asunción de Francisco, había muy pocas personas que no usaban el celular”, describió.
Ese dato, señaló, nos dice lo rápido que cambió la situación, y que se puede esperar para el 2020. “Y también podemos atrevernos a imaginar cómo los dispositivos estarán conectados para el 2020 y de que manera ello afectará nuestra vida cotidiana y manera de trabajar”, sostuvo.
En el 2008 había más dispositivos conectados a Internet que personas en el mundo, y se proyecta que para 2020 cada persona tendrá conectado a Internet 7 dispositivos entre teléfono, aire acondicionado, televisor y diferentes cosas que se usa en nuestra vida cotidiana estarán conectadas a Internet generando información y facilitando nuestro día a día. “Es decir, además de las personas, están conectadas a Internet también lo están las cosas e incluso los animales. Bajo ese concepto que en el mundo se lo llama Internet de las cosas, formado por todo aquello que puede estar conectado a Internet y generar información, hemos desarrollado los comederos inteligentes”, explicó.
Garro informó que estos determinan el consumo individual de cada animal, y para ello “en Tandil hemos construido ocho comederos, distribuidos en dos corrales, explicó Garro. Y continuó: “cada corral tiene cuatro comederos. Hoy con ellos se lleva una evaluación del consumo de 43 toros. Cada comedero lleva una antena que lee las caravanas electrónicas, y cada toro lleva una caravana con un número único. Entonces, cuando el animal mete la cabeza para comer, la antena lo identifica y una balanza pesa el alimento que consume el animal, de manera tal que se puede armar un registro de lo que consume el toro durante el tiempo que estuvo en el comedero”, desarrolló.
En función de ello, se pueden calcular los consumos acumulados de cada animal y enviar dicha información a una computadora central ubicada en los comederos. Si se dispone de conexión a Internet, la misma computadora envía la información a un servidor para que sea almacenada, procesada y con ella generar más información. Básicamente el sistema recolecta información de diferentes comederos y poder mostrarlos de manera organizada. A manera de ejemplo se puede mencionar que uno de los informes que pueden brindar es referido a un animal determinado, como fueron sus cambios de peso a medida que fue consumiendo alimentos.